Antonio Agustín

| 24 horas de libertad | -

Varios empleados de Carrefour, en un hipermercado
Varios empleados de Carrefour, en un hipermercado

A los más del 12% de los ocupados que trabajan de noche (servicios de seguridad, hostelería, limpieza, fabricación a turnos, transporte o restauración) se les están añadiendo, desde hace años, con intensidad, trabajadores de diversos sectores del ámbito comercial (imprescindibles para servir al otro 88% que va al alimón en la hora de empezar y finalizar de trabajar).

El horario ininterrumpido -24 horas- se ha asociado tradicionalmente a servicios algo marginales en negocios que no pueden parar: salud (farmacias, urgencias), gasolina, cerrajerías, supermercados de 'pakis' o copisterías que atraen a clientes clasificables en el amplio espectro que abarca el espacio entre dos extremos: los frikis y la marginalidad...

Es evidente que esto está cambiando gracias a los comerciantes que, como Carrefour, vienen construyendo una oferta 'blanca' para los que van con el horario cambiado y ansían cuotas mayores de libertad para comprar.

Las 'tiendas' de vending, las farmacias vendo-de-todo, las panaderías-pastelerías de hornos continuos o las gasolineras Repsol-El Corte Inglés son algunos de los actores que se están convirtiendo con maneras suaves en los nuevos amos de la noche que comparten su oferta con los tradicionales teatros, bares y espectáculos.

Flores Navarro, de Barcelona, entendió siempre que las flores eran necesarias a todas horas para poder regalar al barítono esforzado cuando acaba de cantar, para un funeral improvisado o, como en las películas, para demostrar amor eterno entre el café con leche y el cruasán.

¿Por qué no también la ropa, los pequeños electrodomésticos, los artículos vinculados al deporte, el regalo, la belleza o el cuidado personal? ¿Por qué no, también, poder acceder a cualquiera de los productos que se ofertan en el híper con mayor facilidad?

Los horarios de siempre secuestraron durante muchas noches y fines de semana a unos consumidores que hoy están recuperando -a golpe de click- su libertad. Quieren todo, de la A a la Z, como han aprendido del gran operador digital.

Ahora bien, este asunto, sin duda interesante para el híper de proximidad, va a ser también complejo de gestionar. Tal y como tuvimos oportunidad de analizar con las estaciones de servicio, hay muchas diferencias entre el jovencito que compra papel de fumar a las tantas y el sesentón que después de hacer gimnasia necesita café con churros y prensa de papel para ver amanecer.

Horas y necesidades diferentes de perfiles muy variados exigirá escribir 'música' con diferentes tempos, notas y tonalidad.

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