Procter & Gamble ganó el 30,7 más en su primer trimestre fiscal, al conseguir un beneficio neto de 2.344 millones de euros. Sin embargo, su facturación cayó hasta los 14.892, el 12% menos que hace un año, cuando superó los 16.910 millones de euros.

P&G explica que los ingresos incluyen un impacto negativo de nueve puntos porcentuales de los tipos de cambio y dos puntos por la desconsolidación en Venezuela y las desinversiones en marcas menores. Mientras que, en términos orgánicos, sus ventas bajaron el 1%.

A.G. Lafley, consejero delegado de la compañía, reconoce que los resultados del primer trimestre han sido "flojos", tal y como esperaban, dado el "significativo" impacto de los tipos de cambio de divisas, su decisión de abandonar negocios no rentables y los primeros pasos del plan de mejora que está aplicando en sus principales categorías y mercados. No obstante, afirma que la empresa continúa haciendo "grandes progresos" en los ahorros de productividad, que permitirán impulsar inversiones "inteligentes" para fomentar el crecimiento. De hecho, P&G espera un aumento de las ventas orgánicas en el segundo trimestre y una mayor fortaleza en la segunda mitad de su ejercicio.