El escándalo de los huevos contaminados con fipronil preocupa, y mucho, a la Comisión Europea. De hecho, el comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, ha asegurado que es “importante” ver qué lecciones se pueden extraer de la situación y mejorar la comunicación y el intercambio de informaciones.

“Necesitamos reforzar las redes europeas que luchan contra el fraude alimentario y la seguridad alimentaria, además de realizar un seguimiento político al respecto”, ha señalado el comisario y recoge EfeAgro.

En este sentido, se ha mostrado rotundo: “no se puede permitir que acciones criminales de un par de personas puedan poner en peligro toda la cadena de seguridad alimentaria. Hay que castigar a esos criminales”.

Por su parte, el representante de la presidencia de Estonia en el Consejo Europeo, Matti Maasikas, ha precisado que es necesario establecer “tolerancia cero” ante las actividades fraudulentas que han provocado la contaminación con fipronil.

Reacciones españolas

En el debate con los eurodiputados, Izaskun Bilbao (PNV) ha asegurado que la crisis del fipronil ha demostrado, refiriéndose a Holanda, que la resistencia de un Estado a admitir que es el origen del problema “sobreprotegiendo lo propio” pone en riesgo a los consumidores europeos y perjudica el “buen nombre” de la producción alimentaria.

Por su parte, Esther Herranz, eurodiputada del PP, ha declarado que existe ahora un problema de confianza en los mecanismos de alerta que hay en vigor ya que “no funcionan bien”.

Herranz ha llamado a tener una legislación europea en Food Defense, un instrumento de protección de los productos alimenticios que tiene Norteamérica y que puede “dar tranquilidad a los consumidores y mejorar las necesidades de los productores”.