Nestlé se ha fijado el objetivo de proveerse únicamente de huevos procedentes de gallinas en libertad para elaborar a partir de 2020 todos sus productos en Europa. Esto incluye los huevos y los productos derivados del huevo que utiliza como ingredientes. La multinacional suiza ya adoptó esta decisión en 2015 para su producción en Estados Unidos.

En el caso de América, Oriente Medio, África y Oceanía este cambio se implementará a finales de 2025. En Asia, se aplicará en el mismo periodo, cuando las condiciones lo permitan, informa la compañía.

El propósito de Nestlé con esta iniciativa es “mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable”, señala la firma. Esto contempla garantizar el cumplimiento de una normativa de bienestar para los animales criados para elaborar los ingredientes utilizados en sus productos.

UN EJEMPLO QUE CUNDE

La polémica en torno a este asunto ha llevado a otras compañías a actuar de la misma manera que Nestlé. Es el caso de Mondelez, que ya anunció a principios de 2016 que implantaría esta decisión de forma gradual, primero en Estados Unidos y Canadá en 2020 y en toda Europa en 2025.

Igualmente se manifestó sobre esta cuestión Auchan Retail España, en agosto de este año, al asegurar que ya no comercializará huevos de su marca propia procedentes de gallinas criadas en jaulas en el año 2025.

Y otro ejemplo más: Huevos Guillén, interproveedor de Mercadona, que también este pasado verano hacía público su compromiso de completar la transición hacia sistemas alternativos de puesta en 2025.