Food | Preocupa el descenso en el consumo de yogur

Los españoles han disminuido el 9% el consumo de este producto respecto a 2011, según datos de Inlac.

Tarros de yogur
Tarros de yogur

Durante los últimos años, el consumo de leche ha descendido de “manera preocupante en toda España”. Pero no solo la leche acusa fuertes caídas, también se observa esta tendencia en derivados lácteos como el yogur, asegura Inlac, la Organización Interprofesional Láctea.

Aunque en el último año se ha registrado un leve aumento en el consumo per cápita, la media nacional se sitúa en 15,36 kilos, un 4,6% menos que en 2011. En datos absolutos, los españoles consumieron en el último año cerca de 673 millones de kilos de yogur, un 9% menos que en 2011.

En cuanto al consumo de este producto en las diferentes comunidades autónomas, se registran grandes diferencias. Los asturianos (con más de 22,6 kilos por persona y año), los vascos (con más de 19) y los riojanos (con 18 kilos per cápita) son los que más consumen. Les siguen los cántabros, gallegos, canarios, castellanoleoneses y extremeños.

Las comunidades que se sitúan por debajo de la media nacional (15,36 kilos/persona) son Navarra, Cataluña, Andalucía, Madrid, Aragón, Baleares, Castilla La Mancha, Murcia y Valencia.

"No hay un grupo de alimentos que ofrezca tan alta densidad de nutrientes por céntimo de euro como los lácteos"

El presidente de Inlac, José Armando Tellado, lo deja claro: “posiblemente no haya un grupo de alimentos que ofrezca tan alta densidad de nutrientes por céntimo de euro como los lácteos”. A este respecto, la Interprofesional Láctea recuerda, además, que en el mercado existen muchas variedades de yogur, que pueden acompañarse de frutos secos, frutas o cereales y que son “ideales” para consumir entre horas o durante el desayuno.

Asimismo, el yogur es una “excelente alternativa” para las personas que tienen problemas para digerir la lactosa, un azúcar que se encuentra naturalmente presente en la leche. Las bacterias que intervienen en la fermentación del yogur actúan sobre la lactosa a dos niveles: durante la fermentación y una vez consumidos. Durante el proceso de fermentación, los fermentos reducen el nivel de lactosa respecto a la leche en un 30%. Una vez consumido el yogur, estos microrganismos siguen trabajando en el intestino ayudando a mejorar la digestión de este disacárido.

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