Los beneficios que ofrecen los productos lácteos parecen estar fuera de toda duda. Sin embargo, a pesar de ello, su consumo en nuestro país ha experimentado un descenso en los últimos años. En concreto, según datos de la Organización Interprofesional Láctea (Inlac), en 2016 se consumieron 3.198 millones de litros de leche, un 2,2% menos que el año anterior. En el caso de los derivados lácteos, el consumo se mantiene estable, con 1.597 millones de kilos.
A este respecto, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), diversos factores macroeconómicos provocaron en 2015 una crisis en el sector lácteo europeo que afectó a la mayoría de los estados miembros de la UE y también a los ganaderos españoles. Por este motivo, los distintos agentes que intervienen en la cadena de valor del sector lácteo se han comprometido a colaborar en favor del sector para lograr un funcionamiento eficiente y sostenible de las cadenas de valor de la leche y los productos lácteos.
Ante este contexto, Eroski Consumer ha querido conocer cuáles son los hábitos de consumo de lácteos de los consumidores y cuál es su conocimiento de los sellos de calidad y garantía que llevan. Para ello, ha realizado una encuesta online a 805 responsables de la compra del hogar y consumidores de productos lácteos.
Aquí te mostramos sus principales conclusiones:
1.- En el 91% de los encuestados todos los miembros de la familia toman leche o algún otro producto lácteo. Cabe recordar que cada hogar tomó en 2016 una media de 65 litros de leche entera y 104 litros de leche semidescremada y descremada. También tomaron 42 litros de yogures y leches fermentadas, 16 kilos de queso y requesón y 18 kilos de otros productos elaborados con leche, como nata, natillas, arroz con leche, batidos, helados, etc.
El 52% de los entrevistados asegura consumir leche varias veces al día, mientras que un 38% lo hace una vez
2.- El 52% de los entrevistados por la revista asegura consumir leche varias veces al día, mientras que un 38% lo hace una vez. El resto, un 10%, tan solo toma leche una vez a la semana o con una frecuencia menor, entre dos y sei veces por semana. En el caso de los otros productos lácteos (queso, yogures o similares), las frecuencias bajan: el 43% asegura tomar este tipo de alimentos varias veces al día y un 35%, una sola vez. Por su parte, uno de cada cinco encuestados dice consumir productos lácteos una vez a la semana o entre 2 y 6 veces a la semana.
3.- La leche es, generalmente, un producto muy apreciado por la población. La calidad nutricional es lo que principalmente valora el 60% de los encuestados y su sabor el 21%. Otro 9% le da importancia a su origen y un 5%, respectivamente, al precio final y a la forma de producirlo.
El 34% le da gran importancia al sabor de los productos lácteos
4.- Algo similar ocurre con los productos lácteos. Un 52% valora principalmente su calidad nutricional, si bien un 34% (una mayor proporción que la de la leche) le da importancia a su sabor. El resto de factores, forma de producirlo, origen y precio final, son fundamentales en este tipo de productos para un 4%, respectivamente.
5.- En 2013, el Mapama firmó un convenio de colaboración con industrias lácteas y empresas de distribución con el objetivo de cooperar en favor del sector lácteo español. Entre otras medidas, se creó el sello PLS (Productos Lácteos Sostenibles), que aúna los conceptos de origen, sostenibilidad y transparencia para el consumidor. Entre quienes sí conocen este logotipo (el 35% de los entrevistados), el 82% asegura haberlo visto en los envases de los productos lácteos que adquiere y apenas un 16% también ha oído hablar de ello en los medios de comunicación tradicionales (medios impresos, televisión o radio) o en las redes sociales.
6.- Al 63% de los encuestados le genera mucha confianza el sello PLS porque certifica la sostenibilidad de toda la cadena de valor y porque indica que es un producto de alto valor nutritivo. Solo al 9% no les inspira ninguna confianza y al 28%, apenas algo.
