La crisis sigue pasando factura a los alimentos congelados. Sus ventas caen el 4,3% hasta septiembre lo que repercute en un descenso de la facturación del 3,1%, hasta los 870 millones de euros, según los datos aportados por un estudio de IRI.

La categoría de masas congeladas (pan, bollería y bases para pizzas) cae el 7,2% en volumen y el 10,7% en facturación mientras que las verduras y hortalizas han reducido tanto sus ventas como sus ingresos en el 4% hasta septiembre de este año.

Por otro lado, los platos preparados han bajado el 2% en volumen de ventas y algo más del 1% en facturación. En este sentido, por segmentos, los platos que ya están cocinados son los más demandados por los clientes con unas ventas que alcanzan los 48 millones de kilos; seguidos de las pizzas, con 33 millones; las croquetas y la carne empanada.

Por superficies de ventas, el supermercado grande (de 1.000 a 2.500 metros cuadrados) se mantiene como el lugar preferido para comprar platos precocinados congelados, registrando algo más de 102 millones de kg vendidos hasta septiembre. En segundo lugar, se sitúa el hipermercado, con 38 millones; seguido del supermercado mediano (de 400 a 1.000 metros cuadrados), donde se compran 20 millones; y el supermercado pequeño (hasta 400 metros cuadrados), con 17 millones.