Aldi está investigando en Reino Unido lo ocurrido a una británica de 19 años que, al usar uno de los tampones de la marca blanca de la compañía, vio cómo se rasgó por la mitad en su interior. Por ello, la joven ha llamado a todas las mujeres a boicotear estos productos de Aldi, pues considera que ponen en riesgo a sus usuarias y podrían provocar infecciones.

Lauren Richardson, tras ver lo que ocurría con un tampón en su cuerpo, decidió hacer la prueba y sumergió varios tampones del supermercado en un recipiente con agua. El resultado fue que se deshacían tras estar cinco minutos en el agua e hizo fotografías para difundirlas por Internet.

"Se desintegraron por completo y ni los tocamos", ha declarado la joven en diversos medios ingleses que se han hecho eco de lo sucedido.

"Me he dado cuenta de lo mal que están hechos estos tampones y su uso me resulta aterrador. Imagine que alguien los compra pensando en ahorrarse algo de dinero, no sabe lo peligrosos que son. Es terrible", ha señalado.

Un portavoz de la compañía ha afirmado que este caso está siendo investigado "de forma urgente", aunque ha querido aclarar que todos los productos de higiene femenina de sus supermercados pasan "todas las pruebas de seguridad y calidad" antes de ponerse en venta.