La alimentación es uno de los ámbitos de consumo prioritarios para los mayores españoles. Así lo revela el estudio elaborado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop) que analiza el consumo en la población mayor española.

Según el estudio, el 98,1% de los mayores son los garantes de la dieta mediterránea al considerar que la alimentación saludable tiene incidencia en la calidad de vida. Con la edad, se incrementa el consumo de productos funcionales, enriquecidos o saludables, en general, con lo que la mayoría no ve necesario tomar suplementos alimenticios o productos enriquecidos para cuidar la salud.

No obstante, las dificultades para acceder a una dieta rica y variada vienen marcadas por el nivel de renta. Según los datos, en rentas por debajo de 600 euros la dificultad alcanza al 14,5% de los encuestados.

Las principales dificultades al realizar actos de consumo los encuentran en la accesibilidad y usabilidad de espacios comerciales como consecuencia de la merma de capacidades visuales, motrices y de fuerza. El 43% indica haber tenido problemas para leer información en los envases y el 41% en las etiquetas de los precios.

Así, la salud es uno de los aspectos más relevantes en su escala de valores, incrementándose tanto las visitas al médico como el consumo de productos y servicios relacionados con ella.

Este estudio de Hispacoop se ha realizado con el apoyo de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan).