Eroski va camino, por fin, de cambiar la inercia negativa de sus últimos ejercicios tras siete años de pérdidas y ya espera volver a los beneficios en el presente 2016. Las cuentas de 2015, aún sin cerrarse, mejoraron y la cooperativa vasca presentará en mayo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus mejores resultados desde 2008.

Así lo ha puesto de manifiesto Agustín Markaide, presidente de Eroski, en dos encuentros con la prensa, primero en Bilbao y después en Madrid, en los que ha señalado que se "ha acabado un ciclo, el de la reconversión, y estamos en otro", que espera sea "más agradable".

Tras años con números en negativo provocados en gran parte por las inversiones desafortunadas (por ser previas justamente al inicio de la inesperada crisis económica) realizadas en 2007 (compra de hipermercados, impulso de centros comerciales y la adquisición de Caprabo), los datos de 2015 "han mejorado apreciablemente", según Markaide. Eso hace pensar que en el presente ejercicio de 2016 se volverá a registrar beneficios, algo que no sucede desde hace siete años. "En los últimos tres años hemos mejorado. Ha habido una combinación de factores que hacen que seamos sostenibles y esto nos da pie para pensar que los próximos años serán satisfactorios", ha recalcado.

La empresa, cumpliendo con sus compromisos, vendió el año pasado cerca de 150 tiendas a Dia y este año hará lo propio con 36 hipermercados para Carrefour en un proceso que, según ha definido Markaide, "ha sido muy duro", pero "es lo que había que hacer". Sumando estas operaciones con la venta de su participación en once edificios comerciales a un fondo gestionado por Invesco, Eroski obtiene 700 millones de euros de ingresos extraordinarios, de los cuales 500 millones servirán para amortizar su deuda (300 al crédito sindicado con los bancos y 200 a otros créditos). La deuda bancaria asciende a 2.600 millones de euros (era de 3.800 millones al inicio de la crisis) y su reestructuración se firmó con la banca en 2015 con la idea de poder "invertir en las tiendas y en su reformulación".

El plan de Eroski es dejar su deuda en 1.600 millones en 2019. Sin embargo, Markaide ha apuntado que la cooperativa quiere renegociar la deuda de nuevo en 2018 no para bajar la cantidad citada, sino, incluso, para aumentarla para afrontar nuevas inversiones.

En cuanto a la apertura de supermercados, la compañía afirma estar centrada en la renovación de sus tiendas para adaptarlas al modelo 'Contigo', aunque no descarta aperturas de tiendas propias en un futuro cercano. Será en el próximo plan estratégico para el periodo entre 2017 y 2020 cuando se definan estos detalles. "Nuestro eje central será definir cuál será la tienda del futuro que se diferencie del resto. Ya no habrá una reconversión como ocurría en el plan de 2014-16. Volveremos a abrir tiendas propias, pero no sé decir cuántas porque nuestra deuda es importante y tampoco podemos hacer muchos esfuerzos", ha precisado el máximo dirigente de Eroski.

Sí abrirá establecimientos franquiciados: ya inauguró de hecho un centenar el año pasado y espera la misma cantidad en este 2016. Eroski cuenta con una red comercial en el negocio de distribución de 53 hipermercados y 1.288 supermercados, de los que 467 son franquiciados. La cadena emplea a unas 33.000 personas, de las que 12.000 son socios cooperativistas.

En 2015, debido a sus desinversiones, Eroski perdió cuota de mercado en España y se queda en el 6%, según Kantar. El grupo vasco mantiene, eso sí, sus relevantes posiciones en País Vasco (30% de cuota de mercado), Galicia y el área metropolitana de Barcelona, de la mano de Caprabo. ¿Preocupa la llegada de Mercadona a Euskadi? Parece que no y Markaide ha destacado que en Vitoria, donde la cadena valenciana abrió tres tiendas el año pasado, Eroski aumentó su facturación un 0,2%. "Tenemos un 30% de la cuota de mercado en el País Vasco; hay un 70% restante que es de otros; hay espacio", ha comentado Markaide.