Eroski ha remitido un breve comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que informa de que ha iniciado un proceso de reordenación de su deuda financiera con el objetivo de fortalecer sus negocios clave y adecuar el servicio de la deuda.

El proceso, todavía en fase muy incipiente, se ha iniciado con unas conversaciones con la banca acreedora para reestructurar su deuda de 2.500 millones.

El comunicado expresa que la cooperativa no descarta reordenar su estructura societaria, compuesta por 36 sociedades diferentes. Sin embargo, esta reordenación es solo la punta del iceberg de la transformación que tiene que experimentar Eroski para sentarse a negociar con los bancos.

El grupo aprobó a principios de año un plan estratégico, que cuenta con la aprobación de las entidades acreedoras, para transformar la cooperativa. Ya ha reducido en 60 millones de euros su deuda durante el primer semestre y ha mejorado su margen operativo. Pero deberá retomar la venta de inmuebles para luego explotar su actividad en régimen de alquiler; cerrar tiendas no rentables y potenciar el formato de supermercado, por encima del hipermercado, cuyas ventas suponen ya el 60% del negocio del grupo.