La repercusión del comercio electrónico dentro del comercio minorista aumentará hasta alcanzar alrededor del 28% del total de ventas en 2030, aunque con grandes variaciones por categoría. Esta es una de las principales conclusiones del informe The Power of Omnichannel Stores, centrado en el mercado norteamericano, que ha elaborado Bain & Company.
Esta consultora señala que la tasa de crecimiento del comercio electrónico ya ha comenzado a disminuir. Y expone dos razones: en primer lugar, no todo el mundo quiere comprar todo en internet. En segundo lugar, los fundamentos económicos del comercio electrónico no son tan atractivos como la mayoría de la gente piensa.
En cualquier caso, el informe indica que el auge del comercio electrónico no significa la muerte del centro comercial, a pesar de que algunos han cerrado y otros están “tambaleándose”. Muchos están teniendo buen rendimiento, particularmente los de mayor tamaño, que suelen tener una selección más amplia de tiendas exclusivas.
Como media, los 620 centros comerciales de mayor tamaño en Estados Unidos tienen actualmente mayores ingresos y son el 50% más rentables que los 599 centros comerciales regionales. Además, tienen una tasa de ocupación del 93%. En suma, los centros comerciales con grandes inquilinos y centrados en proporcionar una gran experiencia para los clientes, seguirán prosperando, señala el estudio.
Además, aunque a muchos clientes les gusta la comodidad de recibir los pedidos en sus hogares, esto no siempre funciona bien para los minoristas. De hecho, “la mayoría de los minoristas encuentran que sus empresas autónomas de comercio electrónico realmente luchan para obtener un beneficio”, señala la consultora.
A este respecto, pone como ejemplo el negocio de comercio electrónico de Amazon que, según indica, apenas ha alcanzado el ‘break even’ en los últimos tres años. Sin embargo, los márgenes operativos para los comercios que integran ventas online y offline, las tiendas de descuento y las tiendas especializadas suelen estar entre el 5% y el 11%.
