Ni con una simple hoja de cálculo. Ni siquiera con la “cuenta de la vieja”. Las familias españolas no controlan lo que gastan cada mes. Sólo el 9% realiza una gestión adecuada del presupuesto familiar.

Sin embargo, también el 90% de los encuestados por el Observatorio Consumo de Esade afirma haber modificado sus gastos en los últimos cinco años. Mismo porcentaje para aquellos que se declaran dispuestos a reducir el malgasto en el hogar. Para ello, los españoles priorizan disminuir los gastos, en vez de aumentar los ingresos. ¿Problema? No saben ahorrar. El 40% afirma no ahorrar nada y el 36% lo hace pero de forma ocasional.

Hace falta voluntad y también formación. Dice Gerard Costa, del departamento de dirección de Marketing de Esade, y encargado de explicar el estudio, que si las familias españolas tuvieran mejor formación en economía, el impacto de la crisis hubiera sido menor. Las cifras hablan: el 46% de los españoles no ha recibido ningún tipo de educación financiera.

A pesar de esto, los propios encuestados parecen contradecirse, cuando siete de cada diez consideran que tienen capacidad para gestionar un presupuesto familiar, pero no lo hacen por falta de tiempo. La realidad es que las familias no tienen los conocimientos en el 85% de los casos de administrarlo, ni de saber dónde y cómo pueden reducir realmente sus gastos.

Un ejemplo: a la hora de hacer la compra, se fragmentan más los actos y se dedica más tiempo a esta tarea, se compra más marca de distribuidor, etc. Sin embargo, no se sabe cuantificar cuánto ahorro se procura con estos cambios, lo que induce a un agotamiento. El estudio lo describe como el efecto dieta, se intenta varias veces pero sin fundamentos y constancia y acaban percibiendo que un sistema de gestión presupuestaria equivale a disfrutar menos del consumo.

Y con este panorama, y para cerrar el círculo, se ha observado una caída de la tasa de ahorro desde 2010 de ocho p.p., pasando del 17% al 9%.

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