Lidl España ofrece producto de calidad, fresco, de la tierra y al mejor precio. Así lo ha destacado Miguel Paradela, director general de Compras de la compañía, durante la presentación de resultados de la cadena.

Actualmente, Lidl España cuenta con 1.700 referencias de alimentación fresca y envasada, droguería y limpieza del hogar, y cosmética e higiene personal. El 20% de su surtido lo conforma producto de marca de fabricante y el 80% restante pertenece a su marca propia. Asimismo, la compañía ofrece unas 5.000 referencias adicionales que se estructuran en semanas temáticas tanto de alimentación como de bazar.

En concreto, el surtido de productos frescos supone el 30% de las ventas de Lidl España, siendo una partida clave en su estrategia comercial. Esta oferta comprende una sección de carne fresca 100% española con unas 60 referencias de ave, cerdo, ternera y conejo, una huerta formada por más de 90 frutas y verduras, y un área de pescado fresco con doce referencias. Asimismo, desde 2012, Lidl España ofrece un innovador concepto de venta de pan y bollería horneada en la propia tienda, un elemento diferenciador frente a la competencia. Este servicio se caracteriza por un sistema de venta sin retorno que evita que el cliente pueda devolver el producto una vez sustraído del mostrador.

El 70% de su surtido es producto nacional

Lidl España quiere acabar con la idea de que sólo vende producto alemán. En este sentido, Paradela ha destacado que una de las grandes señas de identidad de la compañía es su apuesta por el producto nacional. De hecho, ha asegurado que más del 70% de su surtido lo conforma producto suministrado por sus 500 proveedores nacionales (frente al 38% de 2008).

Sólo en 2014, Lidl compró al sector agroalimentario español mercancía por valor de más de 3.000 millones de euros, de los que aproximadamente la mitad se destinó a la exportación para ser comercializado en las tiendas de Lidl de otros países europeos. Comparada la cifra de exportación con la de productos importados (400 millones de euros anuales), la compañía generó en 2014 una balanza comercial positiva para el sector agroalimentario español de más de 1.100 millones de euros. Según Paradela, el ejemplo más representativo de esta política se encuentra en la huerta española ya que Lidl España compra anualmente más de un millón de toneladas de fruta y verdura en el campo español. Esto corresponde a más del 6% del total de la producción agraria española.