El gasto en alimentación de los españoles consiguió recuperarse a lo largo de 2015 y creció el 1,01%, hasta los 99.037 millones de euros, según el Informe del consumo de alimentación en España 2015 elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).

Por su parte, el gasto total dentro de los hogares españoles en alimentación ascendió a 67.043 millones de euros (67,7% del gasto total). Por categorías, destacan los productos frescos, que suponen el 41,3% del volumen total consumido y el 44,5% del presupuesto total destinado a la alimentación.

Asimismo, destaca el incremento de los frutos secos (2%), la pasta (1,5%), los derivados lácteos (1%) y las frutas y hortalizas transformadas (0,9%), mientras que la bollería, pastelería, galletas, cereales y productos navideños se han mantenido estables. Por el contrario, se observa una caída del aceite, la leche líquida, la carne, el pescado, el pan, las frutas frescas, las hortalizas frescas, las patatas, las legumbres y los huevos.

En cuanto a las bebidas, los datos muestran un aumento en el consumo de los vinos tranquilos con DOP, los vinos con IGP, el agua envasada y las bebidas espirituosas, y un descenso de los vinos espumosos, incluido los cavas, y vinos gasificados con DOP, los vinos sin DOP/IGP, y las bebidas refrescantes.

El informe detalla también que el supermercado es el canal preferido por los consumidores para realizar sus compras, pero los hogares españoles prefieren acudir al comercio especializado para adquirir productos frescos. Asimismo, el ecommerce ha ido creciendo y, durante 2015, el 10,8% de los consumidores declaró haber realizado alguna compra de alimentos y bebidas a través de la red.

El estudio revela que las comunidades autónomas que más gastan en alimentación son Cataluña (1.766,3 millones de euros), País Vasco (1.763,3 millones) y Cantabria (1.703,7 millones).