La mayoría de los compradores españoles que acuden a los supermercados valoran ahora igual o peor a las tiendas en comparación al año pasado. Mal dato para las cadenas de distribución, cuyos esfuerzos y avances para hacer que sus establecimientos sean mejores no están siendo bien valorados del todo por los consumidores.

En una reciente encuesta a 8.000 personas, la consultora Kantar descubrió que la mayoría de los españoles valoran a las principales enseñas igual o peor que hace un año en casi todos los items de imagen sobre los que se preguntaba.

Solo tres puntos salían ganando. Los consumidores aplauden la formación del personal, valoran que los supermercados son ideales para compras ocasiones y ven justificable que se tenga que pagar más dinero por algunos productos (se entiende que se percibe un aumento de la calidad).

Ven igual que el año pasado la presencia de parkings en los supermercados, la proximidad de las tiendas, las ofertas y promociones, la cantidad de marca blanca presente en los lineales y la innovación de los productos.

Y aquí llegan los suspensos. Y son muchos. Tantos como para no pasar el curso...

Los consumidores ven, en general, una peor relación calidad/precio en los supermercados y sienten menos confianza en las compañías. También creen que ha empeorado la limpieza, la garantía de los productos de calidad y la política de 'siempre buenos precios'.

Los supermercados también suspenden en la calidad de los productos frescos, en la rapidez de las cajas de salida, en ofrecer la posibilidad de hacer una compra completa, en las entregas a domicilio, en las ventajas de sus tarjetas de fidelización, en los servicios adicionales y en la variedad de marcas y productos. Son, por tanto, razones diferenciadoras en las que las enseñas no salen bien paradas.

Habrá que trabajar mucho de cara al año que viene. Hay que recordar que el retail se enfrenta a un consumidor cada vez más exigente y la competencia del mundo online hará que las tiendas físicas se tengan que poner las pilas.