El mundo cambia y la alimentación también. El futuro es cercano y conceptos como el de alimento inteligente, comida medicinal y/o alimento personalizado cada vez estarán más presentes en nuestras cocinas. Ni qué decir tiene que los sustitutivos o los insectos, ya protagonistas estos últimos en la gastronomía oriental, tendrán más fuerza en las recetas y platos que comeremos.

¿Futuro? No. Ya casi es presente. Marius Robles, fundador de Reimagine Food, ha impartido una conferencia en Alimentaria 2016 sobre las tendencias de la alimentación, desvelando algunos conceptos, startups y tecnologías que van a cambiar cómo observamos la comida.

Robles ha destacado la tecnología y las aportaciones que pueda traer consigo como pieza clave de la alimentación del futuro. Recetas creadas por la inteligencia artificial, experiencias virtuales mientras uno come o envases inteligentes para evitar el desperdicio alimentario son algunas de las propuestas que la innovación tecnologíca puede traer a nuestras vidas.

La alimentación del futuro, en todo caso, se puede resumir en diez puntos muy a tener en cuenta por todos los actores de la cadena alimentaria. Más aún cuando, según datos de la FAO, la producción agrícola actual sería incapaz de alimentar a los 9.000 millones de habitantes que tendrá la Tierra en 2050. Atentos:

- La alimentación tendrá tendencia a comportarse como una medicina. Existirán alimentos que hagan a los seres humanos más longevos y un consumo de comida preventiva de enfermedades.

- Cada vez habrá más sustitutivos de alimentos. Ya en EE UU está teniendo un gran éxito Soylent, un compuesto nutritivo, similar a un batido, que reúne todos los nutrientes que una persona puede necesitar diariamente. También se extenderán los superalimentos como la quinoa.

- Insectos. Ya presentes en la gastronomía asiática, estos animales también cobrarán protagonismo en la alimentación de todo el planeta. Ya existen, de hecho, barritas de grillos en EE UU con gran cantidad de nutrientes. También existen máquinas para criar insectos saludables que servirán para complementar platos de pasta o arroz.

- Ingredientes modificados. Habrá cada vez más productos que imiten sabores de alimentos tradicionales.

- Alimentos inteligentes. La nanotecnología se incorporará poco a poco a la alimentación y con ella podremos saber mejor cómo se comportan los alimentos en nuestros cuerpos.

- Transparencia y trazabilidad. Ya existen aparatos que al acercarlos a un alimento le dicen al consumidor qué cantidades de calorías, azúcares o insecticidas, por ejemplo, pueden tener. Esa información siempre podrá tener una fácil difusión, por lo que obligará a las empresas a tener una mayor transparencia sobre el origen y sobre cómo se producen los alimentos que comemos.

- Food Delivery 2.0. Está creciendo en los últimos años la inversión para entregar alimentos a domicilio. Y no solo en el canal Horeca. Esa entrega a domicilio viene acompañada de recetas y de sistemas que cada vez mejor mantienen calientes o en perfectas condiciones los alimentos.

- Restaurantes Tech. En el canal de la restauración, ya hay establecimientos sin personal. La tecnología poco a poco está entrando con fuerza y no será raro pedir platos y pagarlos con el móvil ni que los hologramas puedan tener funciones de promoción en los locales.

- Alimentación personalizada. La tecnología permitirá hacer alimentos que cubran las necesidades específicas de, por ejemplo, salud o sabor según el ADN de cada persona. También las impresoras 3D harán comidas a medida.

Y no hay que perder de vista la opción de que una simple pastilla pueda llegar a ser "la comida perfecta". El futuro es cercano. Gustará o no, pero casi ya lo tocamos con las manos...