Aún queda mucho por hacer para reducir el desperdicio alimentario en el sector del gran consumo. España es el séptimo país europeo que más desperdicia, con 1.325 millones de kilos anuales, una cifra que hay que reducir sí o sí. Desde Aecoc se pide a las empresas que sigan "siendo proactivas", impulsado "proyectos que den resultados", pero también da un toque a los consumidores, a los que hace falta mucha sensibilización sobre este tema. Hay que ayudar entre todos.

Estas cifras hablan para mal de muchos españoles: el 41% de los hogares admite tirar cantidades considerables de comida a la basura, sobre todo frutas y verduras (78%) y alimentos de panadería (59%). ¿Por qué? El 70% dice que es por descuido o por pereza y el 25% declara que le da poco valor a la comida. El 15% afirma que calcula mal o tiene falta de previsión. Del total de hogares, solo el 15% afirma que no tira nada.

Son datos de un estudio presentado por Aecoc durante su V Punto de Encuentro contra el Desperdicio Alimentario celebrado este jueves en Madrid, que ha reunido a más de 250 expertos de empresas, administraciones, organizaciones de consumidores, bancos de alimentos y mundo académico.

El informe esboza diferentes tipos de consumidores en función de su capacidad de aprovechar los alimentos y concluye que, considerando los dos extremos, el 32% pueden ser considerados reaprovechadores (hacen siempre algo útil con los excendetes) mientras que un 21% son auténticos generadores de desperdicio.

Xavier Cros, responsable de Shopper Knowledge en Aecoc, ha detallado que los jóvenes tiran más comida que los mayores, "algo que preocupa". Entre la población, son los hombres más desastrosos en esta materia que las mujeres.

La comida sobrante, los alimentos estropeados y los residuos (huesos, espinas...) son los principales motivos por los que se tira comida y la mayoría de los españoles indica que si tuviera otros hábitos se desperdiciaría menos. Se prescinde de comida por su aspecto, sobre todo en frutas y verduras (72%); por el olor, más en carnes y pescados (72%); y por el sabor.

Las fechas de caducidad o de consumo preferente no son el principal indicador por el que un consumidor tira un producto. Eso sí, la fecha de caducidad es más limitante, mientras que la preferente se considera más una referencia.

El 42% de los consumidores pide a los fabricantes que el etiquetado tengas tres fechas: consumo preferente, caducidad y número de días que quedan del producto una vez abierto. También se pide que haya etiquetas que cambien de color según se acerque la fecha de caducidad del alimento.

Se valora mucho la cesión de alimentos a ONGs, crear una organización que recoja alimentos en mal estado o caducados y que haya campañas estatales con consejos para reducir el desperdicio.

Los españoles tiran anualmente 2,9 millones de toneladas de alimentos, lo que supone el 42% del total que se desperdicia en toda la cadena alimentaria. Efectivamente, algo no estamos haciendo bien...