Shoppers | ¿Estás a dieta? Así puedes ahorrar en el supermercado

Elegir bien lo que se compra en cada supermercado puede suponer un ahorro de más de 22 euros, según un informe de iAhorro.

Consumidora comprando frutas y verduras en un supermercado
Consumidora comprando frutas y verduras en un supermercado

Las personas que tienen unos kilos de más saben lo importante que es la alimentación para perder ese sobrepeso pero también es necesario saber hacer la cesta de la compra. ¿Qué puedo comer? ¿Son más caros los alimentos sanos? ¿Es posible hacer dieta sin gastarse un dineral? Son preguntas a las que da respuesta un informe de iAhorro tras comparar en Mercadona, Eroski, Dia, Hipercor, Alcampo y Carrefour los
precios de 32 alimentos sugeridos en cuatro menús para ponerse a dieta.

Según este análisis, la cesta de la compra se lleva aproximadamente el 20% del presupuesto mensual, por eso comparar los precios es muy importante para ahorrarse unos euros a final de mes. Una de las principales conclusiones es que, en la misma cesta de la compra, es posible ahorrar hasta 22,2 euros, según se realice en un supermercado o en otro. El monto total de estos 32 alimentos ha costado 65,46€ en Mercadona; 71,89€ en Alcampo; 73,01€ en Dia; 75,95€ en Carrefour; 80€ en Eroski; y 87,66€ en Hipercor.

Comparativa de precios por supermercado
Comparativa de precios por supermercado / iAhorro
LO QUE HAY QUE COMER

La Doctora Emilia Cancer, miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), deja claro lo que es preciso tener muy en cuenta al ponerse a dieta. "Lo primero que hay que hacer es reducir los alimentos procesados y eliminar los ultraprocesados. Los alimentos procesados son aquellos alterados por la adición o introducción de sustancias como aceite, azúcar, sal y/o aditivos, o que son transformados por diferentes métodos de conservación como salazón, encurtido, ahumado o curado. El objetivo de estos tratamientos es que sean más duraderos y más apetecibles, pero a la vez el producto que resulta se reconoce como una versión del alimento original. Entre ellos están: los frutos secos salados, el pescado ahumado, las verduras enlatadas, las frutas en almíbar, etcétera", explica.

Para seguir unos hábitos de alimentación saludables hay que tomar como referencia las recomendaciones de la dieta mediterránea

Esta experta destaca que para seguir unos hábitos de alimentación saludables hay que tomar como referencia las recomendaciones de la dieta mediterránea. "Una dieta que incluya principalmente alimentos de origen vegetal, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y harinas integrales de cereales. Lácteos desnatados para los adultos, mejor pescado que carne (y dentro de las carnes, mejor las que tienen
menos grasa), y aceite de oliva como principal fuente de grasa", apunta.

Ahora bien ¿comer más sano es también más caro? Según la OCU, la cesta de la compra de una persona que sigue hábitos saludables no debería ser más cara, siempre y cuando sepa hacer la compra. A este respecto, la doctora Emilia Cancer afirma que hay alimentos, como la verdura, la fruta o el pescado, que son fundamentales en una alimentación saludable y pueden resultar caros para algunos bolsillos.

"Se puede ahorrar si se compran las frutas de temporada, las verduras congeladas, o los pescados ultracongelados. Además, en relación con el consumo de alimentos proteicos, no debemos olvidar que los huevos constituyen la mejor fuente nutricional de proteínas de alto valor biológico (y curiosamente es de las más baratas) y las legumbres, aunque el valor biológico de sus proteínas es algo menor pueden complementarse con cualquier cereal (arroz, pan, etc.) y constituyen la mejor fuente nutricional de fibra", afirma.

LOS SUSTITUTIVOS ENCARECEN

"Si pensamos en los productos destinados a dietas de adelgazamiento como pueden ser las barritas sustitutivas o los suplementos, se trata de productos caros especialmente si comparamos el 'precio de la caloría' con respecto a productos frescos. Estos productos solo se centran en la pérdida de peso (cuando lo consiguen) pero no en la reeducación de hábitos alimentarios, que es lo esencial para no volver a estar a
dieta. Se trata, por tanto de dinero perdido, ya que muchas veces se recupera el peso y en algunas ocasiones en mayor proporción", alerta la OCU.

Asimismo, los alimentos frescos constituyen una tipología de productos en los que el precio suele variar entre distintos establecimientos. La organización recuerda que las diferencias entre unos supermercados u otros pueden ser de más del 100%. Por tanto, comprando los frescos en un supermercado con precios bajos es posible reducir el precio de seguir una dieta. También hay que prestar atención a los productos integrales, que son más caros.

Para carnes, aves y pescados podemos comprar piezas enteras y pedir que nos las corten para poder congelar y así tener género para más tiempo

Otras recomendaciones de la OCU pasan por comprar en charcuterías y pescaderías, ya que el vendedor nos ayudará a escoger mejor el género al mejor precio. "Para carnes, aves y pescados podemos comprar piezas enteras y pedir que nos las corten para poder congelar y así tener género para más tiempo. Comprar en estos puestos nos permite adecuar las cantidades a nuestras necesidades. Los envases o las porciones que sugieren los productos procesados no siempre se ajustan a la realidad, esto supone o comer de más o tirar alimentos. El desperdicio también es una vía de pérdida de dinero", recuerda.

QUINCE CONSEJOS BÁSICOS

Por su parte, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad ofrece 15 consejos prácticos para 'no pasarse' y poder llevar una dieta equilibrada sin que nos resulte excesivamente costosa:

1.- Buscar un supermercado económico cerca de casa hace que podamos prescindir del coche y ahorrar en gasolina. Además, es bueno para el medioambiente.

2.- Llevar siempre la lista de compra hace que nos centremos en lo que necesitamos. Nos lo agradecerá el bolsillo y también la salud.

3.- Ir sin hambre hace que se nos antojen menos cosas y ayuda a resistir a la compra compulsiva. Cuando el apetito manda, solemos decantarnos por comida preparada, como pizzas, bollos, bebidas azucaradas o alimentos precocinados de poco precio pero escasa calidad e índices calóricos muy elevados.

4.- Ir sin prisa es primordial para poder procesar mejor la información del etiquetado: cantidad, precio, marca, fecha de caducidad, contenido y valor nutricional, calorías, grasas... y escoger el producto más indicado para nuestras necesidades.

Planificar la compra de los menús semanales es fundamental para no tirar las sobras

5.- Planificar la compra de los menús semanales para no tirar las sobras. Si la unidad familiar se compone por una o dos personas, no necesitamos grandes cantidades. Podemos dar un buen uso de las monodosis y comprar packs de tres o cuatro lonchas de embutido o postres unitarios. Las tostadas integrales duran mucho más que una barra de pan y, además, nos permite controlar las cantidades.

6.- Comprar la verdura y la fruta a última hora de la tarde. En algunos mercados o supermercados suelen hacer muy buenas ofertas a éstas horas para no tirar el sobrante y lo podemos aprovechar.

7.- Comprar los yogures de medio litro en lugar de en raciones individuales. Este envase sale más económico, siempre y cuando no lo comamos de una sola vez.

8.- Comprar los no perecederos (leche, aceite, latas de pescado, botes de verdura, galletas) en gran cantidad cuando hay buenas ofertas.

9.- Adquirir los productos frescos por unidad. Si necesitamos dos manzanas o dos filetes, ¿por qué llevarnos un kilo o más? A fin y al cabo comprar un producto fresco tiene sentido sólo cuando se consume al poco tiempo.

A veces el formato ahorro 50% más o familiar no es más barato que los envases pequeños

10.- A veces el formato ahorro 50% más o familiar no es más barato que los envases pequeños.

11.- Ojo con las cosas de 1 euro. Muy probablemente el kilo sale a 10 euros, que no es nada barato. También se utiliza este truco para abaratar visualmente los productos de panadería, con precio de 100 gramos.

12.- Las legumbres engordan menos que los hidratos y cuestan más o menos lo mismo. La regla de oro que debemos utilizar, si no se quiere engordar, es más lentejas y menos arroz.

13.- El pescado es caro, pero necesario porque es fuente de Omega 3 y previene de enfermedades del corazón. Los nutricionistas recomiendan comer pescado dos o tres veces a la semana. Si no se quiere gastar en jurel, salmón, arenque, bacalao y mariscos, se puede optar por pescados asequibles como la panga o el atún enlatado.

14.- Cuidado con el envase antes de pesar el producto. Estos papeles tan gruesos de estraza pesan unos 20 o 30 gramos, y según lo que uno compra, le puedan cobrar el papel o el envase de plástico a precio de embutido, carne o pescado.

15.- Llevar siempre la bolsa de la compra. Se ahorran sólo unos céntimos, pero la sensación de que cuidas el planeta no tiene precio.

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