Las bebidas espirituosas acumulan una caída del 40% en consumo desde que empezó la crisis. Sólo en 2013, el descenso fue del 8% hasta los 202 millones de litros. El sector ha podido paliar en parte el impacto de la situación económica actual con las exportaciones, que aumentaron el 18% el pasado ejercicio.

La crisis y sus consecuencias, desde la contracción del consumo a las subidas de impuestos por parte del Gobierno, han arrojado al sector a una delicada situación. Desde la patronal de bebidas espirituosas Febe se advierte que, mientras que el consumo en otros sectores se está recuperando, en el que defiende no se están notando los primeros síntomas de recuperación económica y no ayudan precisamente determinadas decisiones desde la Administración.

El sector tiene ya en el consumo fuera del hogar un importante campo de batalla. Y es que los españoles consumen menos cuando salen, lo hacen con menos frecuencia y ello supone que el volumen de consumo de bebidas espirituosas en el canal hostelería y restauración cayera el 8,2%. Sin embargo, el mercado intradoméstico también cayó, en concreto al 2,6%.

Por categorías, salvo la ginebra (5,9%), aupada por la fiebre del gin tonic, y el tequila (1,6%), todas las demás han sufrido caídas: whisky, -9,3%; vodka, -5,6%; ron, -8,6%; licores, -7,8%; brandy, -4,5%; y anís, -4,9%.

La presentación del informe por parte de Febe contó con la presencia del ministro de Agricultura, Alimentación y Medioambiente (Magrama), Miguel Arias Cañete, que considera “fundamental que el sector productor de bebidas espirituosas mantenga su imagen de calidad y refuerce su proyección hacia los mercados mundiales”.