Se queda. Freixenet finalmente ha decidido mantener su sede social en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) y no abandonará Cataluña al vislumbrar, con una elecciones autonómicas convocadas para el próximo 21 de diciembre, una solución a corto plazo del conflicto generado por el desafío independentista.

El consejo de administración, reunido este martes 31 de octubre, ha tomado esta decisión sobre todo después de que el Gobierno haya aplicado el artículo 155, considerando así que "el escenario ha cambiado" en Cataluña respecto a las últimas semanas.

La cúpula de Freixenet, encabezada por Josep Lluís Bonet, tenía claro hasta hace unas pocas semanas que lo mejor era trasladar la sede social fuera de Cataluña, para preservar la seguridad jurídica. El propio Bonet fue de los primeros empresarios que, tras el referéndum del 1 de octubre, se pronunció públicamente y mostró sus dudas sobre la continuidad de la empresa en tierras catalanas.

Por ejemplo, la principal empresa rival de Freixenet, Codorníu, sí ha dejado Cataluña y trasladó su sede social a La Rioja.

El pasado viernes, Bonet aseguró que veía "difícil" que el consejo no adoptara la decisión de cambiar la sede social de la compañía. Sin embargo, ahora se ve una situación más calmada y más segura.

Desde el 2 de octubre, cerca de 1.900 empresas han trasladado su sede social desde Cataluña a otras regiones de España, según datos del Colegio de Registradores Mercantiles de España. Este pasado lunes fue el día con menos cambios de sede en las últimas tres semanas, con un total de 62.