El grupo alemán Henkell ha comprado el 50,7% de Freixenet. La noticia se veía venir y ha sido confirmada por el diario La Vanguardia. Así, la filial vinícola alemana del grupo Dr. Oetker se convierte en socio mayoritario de la firma catalana de cava al pagar cerca de unos 220 millones de euros, valorándola así en 440 millones, por debajo de los 500 millones iniciales, ya que el precio estaba condicionado al resultado de las auditorías.

El citado diario recuerda que asegurarse la mayoría del capital de Freixenet era un requisito que exigía Henkell para materializar su oferta de compra.

El grupo alemán contó desde el primer momento con el visto bueno de la familia Hevia-Ferrer, que ostenta el 29% de las acciones; posteriormente se sumaron los hermanos Eudald y Pere Bonet, que tienen el control del 14,5% del capital, y finalmente Pilar Bonet, propietaria de un 7,25%.

Al parece, el presidente de honor del grupo cavista, José Ferrer, hasta ahora primer accionista con el 42% del capital; y José Luis Bonet, actual presidente de Freixenet, de la Fira de Barcelona y de la Cámara de España, han decidido no vender sus acciones, aunque no se descarta en un futuro.

La Vanguardia señala que la incertidumbre política en Cataluña ha retrasado las negociaciones, que empezaron hace dos años. También ha hecho que el precio se haya negociado a la baja. Y es que la pertenencia de Cataluña en la Unión Europea es clave para Freixenet, que exporta el 80% de su producción a más de 140 países de todo el mundo.

Tras conocerse la noticia, CC OO, representante del 95% de la plantilla de Freixenet, ha pedido garantizar el empleo en la compañía. El comité de empresa y el sindicato han pedido una reunión de carácter urgente a la dirección del grupo cavista para que éste "cumpla con su obligación" de informar a los representantes de los trabajadores sobre la operación de venta.