Un proyecto europeo coordinado por Aimplas (Instituto Tecnológico del Plástico ubicado en Valencia) ha hecho posible el desarrollo de nuevos biopolímeros a partir de los cuales se podrán fabricar botellas, bolsas y tapones biodegradables resistentes a la esterilización y la pasteurización, de forma que puedan contener productos lácteos como leche fresca, batidos y yogures con probióticos.

El resultado de este trabajo de investigación, denominado Biobottle, ha hecho posible la creación de botellas y tapones monocapa y bolsas multicapa capaces de resistir temperaturas de hasta 95 grados centígrados. Estos envases, aun con los precios actuales de los materiales biodegradables, incrementan en menos de un 10% el coste final del producto envasado y situado en el lineal.

Tras su utilización, los envases podrán ser desechados junto al resto de residuos orgánicos y convertidos en abono en condiciones de compostaje.

El proyecto ha contado con un presupuesto de un millón de euros y en él han participado empresas y centros tecnológicos de Alemania, Bélgica, Italia, Portugal y España (Almuplas, en Almussafes y Aljuan en Ibi).