Ignacio García Magarzo, director general de Asedas (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados) ha defendido la idea de que el comercio electrónico tiene que ser triplemente sostenible. En primer lugar, ha de ser sostenible económicamente. En este sentido, al competir con una gran oferta de proximidad muy competitiva en precios, el sobrecoste que implica la entrega a domicilio tendrá que absorberse por parte de las empresas o asumirse por parte de los consumidores.

En segundo lugar,  deberá ser sostenible medioambientalmente. Tras reconocer que el ecommerce genera más residuos, ha querido poner en valor la utilidad del plástico el actual contexto: "Este año hemos aprendido que esos envases también cumplen una función, que es la de garantizar la seguridad alimentaria e incluso la seguridad física frente a una enfermedad como la que hoy afrontamos y que nos obliga al uso de envases de plástico, mascarillas o guantes."

En tercer lugar, el director general de Asedas ha destacado que el ecommerce ha de ser también sostenible socialmente y cumplir una función social: "El comercio electrónico ha descubierto una nueva forma de servir a la sociedad durante el confinamiento, que es atender necesidades de personas con movilidad reducida o especialmente vulnerables, que estaban en casa y preferían hacer la compra digital o sencillamente no tenían más remedio que comprar online".

Esta triple sostenibilidad ha de definir el ecommerce alimentario según ha recalcado Ignacio García Magarzo en la presentación del "IV Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico en Alimentación 2020: Hacia la Proximidad Digital", un estudio realizado junto a las universidades Complutense y Autónoma de Madrid.

El mayor reto de la distribución alimentaria

En palabras del director general de Asedas, la pandemia ha colocado a la distribución alimentaria en España ante el mayor reto que se le ha presentado en toda su historia. "Hemos tenido que atender las necesidades de una población confinada que, como consecuencia del miedo, se lanzó a las tiendas a inicios de marzo para hacer acopio y poder afrontar un confinamiento nunca antes vivido", ha recordado.

Como consecuencia de la positiva respuesta dada por todo el sector, García Magarzo se ha mostrado orgulloso de la labor de trabajadores y empresarios por la flexibilidad demostrada en el campo del comercio electrónico, que les ha puesto a prueba teniendo que mejorar sus webs y contratando a trabajadores solo para preparar pedidos online. En su opinión, el hecho de que hayan subido más los consumidores mixtos (aquellos que compran offline y online), una de las principales conclusiones del estudio presentado, demuestra la complementariedad de ambos modelos. "Si el online no había subido en España antes es por la gran competencia de nuestro comercio físico, tal y como se ha demostrado durante la pandemia", ha recalcado.

El presidente de Asedas ha querido rendir un homenaje a los empresarios y trabajadores del sector, tanto online como offline, que han sido capaces de atender a este gran reto de servir a la sociedad en las circunstancias más graves que se han conocido.