El nuevo impuesto al plástico, aprobado el pasado mes de diciembre, está siendo un auténtico quebradero de cabeza para los fabricantes. No sólo ha producido incertidumbres de índole legal, sino que además existen problemas para adquirir plásticos reciclados en las cantidades requeridas por la ley.

Ahora, gracias a la encuesta de la plataforma Esplástico, que aúna a los agentes del sector y de su cadena de valor, podemos cuantificar los daños.

El 80% de las empresas del sector dice haber sufrido una pérdida de las ventas tras la introducción del mismo, según la misma. Además, la adaptación a esta tasa está suponiendo un gasto de más de 50.000 euros para el 30% de las empresas y de entre 10.000 y 50.000 euros para más del 37%.

Casi el 20% de los encuestados tiene problemas para detectar y analizar a qué tipo de envases afecta el impuesto, si el producto es reutilizable o no y la propia adaptación de los sistemas informáticos para presentar los modelos, según un comunicado.

Además, tres de cada cuatro empresas del sector han contribuido en más de 30.000 euros a Hacienda cada trimestre.

Según la encuesta, entre el 25 y el 30% de los encuestados ha notado que se venden menos envases plásticos de un solo uso y tiene problemas para disponer de plástico reciclado, requisito indispensable para no pagar el impuesto.

Más del 8,5% de las compañías del sector tiene que tratar con clientes que solicitan negociar el pago del impuesto y la información en las facturas; el 8% considera un problema cómo justificar las mermas; y el 7,5% también tiene dificultades en identificar qué material reciclado puede contabilizar, entre otros aspectos.

Tras el aumento del precio derivado del impuesto, un 6 % de las empresas indica que afronta obstáculos para financiarse, según la encuesta.

Las compañías han debido invertir en modificar o desarrollar los sistemas informáticos, establecer nuevos procedimientos de control, formar a los empleados, informar a sus clientes, contratar personal y adaptarse a los nuevos diseños y certificaciones.

Tras haber aumentado las horas empleadas por persona dedicadas solo a ese cometido, un 80 % de las empresas señala que ya ha implantado el impuesto, mientras que al 20 % le falta hasta seis meses para terminar de hacerlo.

El sector ha reclamado al Gobierno una correcta transmisión del impuesto, simplificación burocrática y formación para las pequeñas y medianas empresas (pymes), así como un traspaso de la obligación a los envasadores para mejorar el control y evitar los fraudes.

El portavoz de EsPlásticos, Luis Cediel, ha asegurado en una nota que ese impuesto debe eliminarse o al menos que se modifique de manera urgente para que su liquidación sea trimestral y no mensual, ya que "de lo contrario se está generando un agujero enorme en el circulante de las empresas".