El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha propuesto una estrategia europea para aumentar la producción de proteínas vegetales en la Unión Europea (UE) y reducir la dependencia de insumos de proveedores extranjeros.

En una resolución aprobada por 305 votos a favor, 129 en contra y 69 abstenciones, los eurodiputados expresan que solo el 29% de las materias primas ricas en proteínas necesarias para equilibrar la alimentación animal en la UE proceden de sus propios Estados miembros. Ello hace que el club comunitario "dependa en gran medida de las importaciones de vegetales con alto contenido proteico procedentes de terceros países".

Los parlamentarios piden, por tanto, "una mayor diversidad de las cadenas de suministro de alimentos y piensos y un aumento de la producción de la UE".

Los eurodiputados señalan que una producción sostenible de proteínas vegetales "incrementa la circularidad en las cadenas de valor de alimentos y piensos y puede tener beneficios para el clima", según el PE.

"En consecuencia, piden a los Estados miembros considerar introducir planes ecológicos para leguminosas y pastizales y crear fondos específicos para plantas proteicas. La Comisión debería considerar la posibilidad de permitir cultivar cultivos alimentarios ricos en proteínas en tierras no utilizadas para la producción", indica la resolución parlamentaria.

PETICIÓN A LOS AGRICULTORES

La Eurocámara, además, pide a la Comisión que ayude a los agricultores a "convertir sus cultivos en productos atractivos para alimentos y piensos aumentando la resiliencia de los cultivos, el rendimiento y la calidad de las proteínas".

"Para mejorar la autosuficiencia de los agricultores, se debería cerrar el ciclo de nutrientes clasificando productos orgánicos alternativos, como el nitrógeno recuperado del digestato, de los biorresiduos, otros productos del estiércol y los residuos de la industria alimentaria, como sustitutos de los fertilizantes químicos", añaden los eurodiputados.

También dicen que la producción de proteínas ayuda a la UE a mejorar la producción de productos bioenergéticos, y piden a la Comisión que presente un reglamento para el aprovechamiento de los flujos secundarios de la extracción de proteínas vegetales, los residuos agrícolas y los residuos de la producción de alimentos para la producción de bioenergía.

Del mismo modo, defienden una mayor investigación y desarrollo de la producción y seguridad de las proteínas en la UE y su impacto, así como una etiqueta voluntaria y basada en la ciencia que permita comparar la huella ambiental de los alimentos y los piensos.