El vigneron François Lurton y su mujer Sabine Jaren presentan la primera ginebra elaborada con Sauvignon Blanc. Se trata de Sorgin, un destilado suave, con notas frutales y vegetales a cítricos, grosella negra, violeta y retama principalmente, que refleja toda la complejidad aromática de esta delicada uva francesa.

Su nombre, que significa 'bruja' en euskera, hace referencia a la magia de la alquimia y al amor de Sabine por el País Vasco (donde vivió durante muchos años) y su elaboración es el resultado de la herencia familiar de François Lurton y de su experiencia en el tratamiento de la Sauvignon Blanc.

Considerado como uno de los mayores expertos del mundo en el tratamiento de la Sauvignon Blanc y con bodegas en Argentina, Chile, Francia y España, Lurton es la cuarta generación de una familia de viticultores, pionera en la elaboración de vinos blancos en la región de Burdeos desde 1897. Antes del vino, en 1880, sus antepasados se dedicaron a la producción de destilados siguiendo la tradición de los primeros licores a base de enebro que aparecieron en Francia, Bélgica y Holanda a partir del siglo XIII.

EL PROCESO

Las uvas de las que procede este destilado se cultivan en las laderas de Gascuña (al noroeste de Francia) en unas condiciones climatológicas caracterizadas por brumas matinales (las famosas fumées blanches) y tardes soleadas, que potencian el perfil aromático y la complejidad propias de la varietal.

Las uvas se vinifican para convertirse en 100% Sauvignon Blanc que posteriormente se destila y se ensambla con el destilado de enebro y con los extractos naturales de botánicos que resaltan la paleta de aromas de esta variedad de uva: cáscaras de pomelo, lima y limón, violeta, la retama y brotes de grosella negra.

Esta ginebra resulta ideal para tomar sola, en gin tonic (se recomienda servir con cáscara de pomelo o de naranja a la manera del Sorgin’To) o en cócteles como el Karakas (Sorgin, grosella negra y zumo de limón).