Los precios de los alimentos son un tema de interés político, tanto más conforme la inflación comienza a dar un respiro, mientras que la inflación alimentaria no decae. Por eso, cabe encuadrar las declaraciones de políticos de uno y otro signo en ese intento de captar la atención con un tema tan importante.

Sin embargo, para los distribuidores es un asunto del día a día, que por el contexto y contra su voluntad les ha llevado al centro del debate. Bajo esas mismas circunstancias hay que considerar las palabras de Juan Manuel Morales, director general de Grupo IFA y presidente de EuroCommerce.

En el encuentro llamado 'Retos y claves para la alimentación en 2023: producto, cercanía y sostenibilidad', Morales aprovechó para agradecer al Ministerio de Agricultura su aproximación al problema, aprovechando que estaba presente José Miguel Herrero, director general de la Industria Alimentaria.

"Contamos con un ministerio que entiende cómo es la distribución", explica Morales, "en los tiempos que vivimos se agradece". Esta frase adquiere más relevancia dadas las numerosas propuestas que se están produciendo en los últimos días, muy criticadas por los distribuidores.

En esa línea, cabe resaltar la omisión deliberada de otros ministerios que, como se ha dicho, también ponen sobre la mesa sus puntos de vista. Por eso, Morales sostiene que los precios de los alimentos llevan meses acumulando los incrementos de los precios de origen y en la industria. Mientras tanto, "la distribución está intentando contener los precios al máximo".

Asimismo, subraya que es un sector de "poca rentabilidad", frente a las acusaciones de que las cadenas de supermercados se están aprovechando de la inflación para enriquecerse. Por su parte, Herrero menciona que, como dice Morales, la distribución es un sector eficaz, como ya demostró durante la pandemia.

Retos para 2023

De cara al año que viene, los precios representan un desafío, que se suman a los que ya tiene el sector para transformarse. Se calcula que la distribución tendrá que invertir 330.000 millones de euros hasta 2030 para ser sostenible, tal y como lo demandan las diferentes regulaciones. Se calcula que para conseguir sus objetivos, los retailers tendrían que invertir el 5% de la facturación que obtienen.

Herrero señala que otro de los retos es fortalecer la cadena alimentaria. "Todos los países estamos en una transformación del modelo, pero no visualizamos cómo será la alimentación de aquí a 30 años", comenta Herrero.

Jerusalem Hernández, socia del área de Sostenibilidad y Buen Gobierno de KPMG, coincide en que la sostenibilidad es "el principal gamechanger" que tiene el sector en su horizonte. En todo caso, cree que está en la situación propicia para captar inversiones que propicien el crecimiento y el cambio.

En cuanto al cliente, Hernández afirma que el consumidor tiene una doble mirada, en tanto que está dispuesto a gastar más, a priori, pero en este momento se fija en el precio más que en otros aspectos. Por otro lado, la portavoz de KPMG indica que el consumidor "necesita más información". Así, Hernández cree que eso puede ser una oportunidad para demostrar por qué el producto es mejor.