La industria de elaboración de jamón curado, en sus distintas variedades, serrano, ibérico y otras denominaciones de calidad, incrementó sus exportaciones más del 45% en los últimos cuatro años, lo que supone un crecimiento del más del 33% en valor. En 2018, el sector exportó un total de 65.371 toneladas, el 10% más que en el ejercicio precedente, por un valor superior a los 500 millones de euros, según datos de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice).

Los principales compradores de jamón en España son Francia con 13.584 toneladas (+5,3% respecto a 2017), Alemania con 12.360 toneladas (+8,7%) y Portugal, el país que más ha incrementado sus importaciones del sector jamonero español con 9.325 toneladas que suponen una subida del 22,2%. Estos países conforman más de la mitad de las exportaciones de jamón curado español.

Fuera de la UE destacan México, Estados Unidos, Japón o Australia. El sector jamonero español se reafirma así, según Anice, como un sector "económicamente pujante y uno de los de mayor proyección internacional y conexión con la demanda dentro y fuera de España".

FUENTE DE PROTEÍNAS

La entidad hace hincapié en que el jamón es un "alimento reconocido popularmente en todo el mundo y es el producto alimentario español con mayor reputación histórica" y recuerda su papel "dentro de una dieta variada y equilibrada", al ser "una fuente de proteínas de alto valor biológico, aporta minerales y vitaminas indispensables para nuestro organismo y cuenta con un perfil lipídico equilibrado y moderado en calorías".

Asimismo, la asociación subraya que la futura aprobación de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) del Jamón Serrano, que lleva demandándose mucho tiempo, otorgará una mayor protección a un producto emblemático de la charcutería española y supondrá un nuevo impulso a su internacionalización.