Amazon no acaba de acertar con sus tiendas físicas, a las que, pese a lo anunciado por la compañía, los hechos dejan claro que siguen siendo espacios experimentales para el gigante del ecommerce. No hay más que ver que en los últimos cuatro años, la compañía ha ampliado en menos de una quinta parte la superficie de sus establecimientos, mientras que el espacio que dedica a los centros de datos y cumplimiento (grandes almacenes repletos de bienes o infraestructura informática) se ha duplicado.

Cabe recordar que ha pasado casi una década desde que Amazon lanzó su primera tienda física, abriendo una pequeña librería en el norte de Seattle. Desde entonces, la empresa fundada por Jeff Bezos adquirió la cadena de supermercados Whole Foods y creó las tiendas de comestibles Amazon Go y Amazon Fresh a las que se suman otro tipo de establecimientos físicos, recoge Finalcial Times.

MARCHA ATRÁS CON LA TECNOLOGÍA 'JUST WALK OUT'

Uno de los experimentos más llamativos de la compañía se está estancando: la tecnología sin cajero (Just Walk Out) que utiliza vídeos y sensores para rastrear a los clientes y cargar automáticamente sus cuentas se está eliminando de algunas tiendas Fresh, aunque Amazon asegura que se lanzará en más tiendas de terceros este año.

La firma no cesa en su empeño por renovar y agregar nuevas funciones en sus tiendas físicas, por ejemplo, instalando escáneres de pago en la palma de la mano en los Whole Foods de EE.UU. y también planea una renovación de las tiendas Fresh. Pero la expansión general se ha desacelerado, señala el citado medio.

En 2022, los cierres de tiendas físicas de Amazon fueron tan importantes que provocaron deterioros de activos que superaron los mil millones de dólares. Y todavía está en el proceso de recortar costes y reducir su plantilla mientras se ajusta a los niveles de demanda posteriores a la pandemia. Los despidos recientemente anunciados en Amazon Web Services incluirán -augura- a empleados del equipo técnico de las tiendas físicas, que podrían estar a punto de sufrir futuros recortes.

Por lo tanto, parece obvio que el problema es que los atributos que hacen que Amazon destaque en el comercio electrónico por ser barato, rápido y completo, no se aplican a las tiendas físicas de la empresa, un enfoque con el que se distinguiría de la competencia.