Sonae MC ha invertido un millón de euros en la puesta en marcha, con la ayuda de la startup lusa Sensei, de un supermercado sin cajas en Lisboa, en concreto de la enseña Continente y que denomina Labs, informa el portal Dinheiro Vivo. Esta tienda piloto, si todo marcha según lo previsto, se irá implantando progresivamente en las tiendas ya existentes.
Los clientes acceden al supermercado a través de la app de la cadena. Tras escanear el código QR al ingresar por el torniquete ya pueden hacer sus compras sin pasar por caja. Gracias a la tecnología basta con colocar los artículos en el carrito y listo.
Todo ello es posible gracias a un total de 230 cámaras que siguen su viaje en la tienda. Además, 400 sensores de peso permiten verificar si ha retirado o devuelto algún producto del estante. El pago se procesa automáticamente en la tarjeta asociada a la aplicación cuando salen los clientes.
Esta tienda, que cuenta con una superficie comercial de 150 m2, ofrece más de 1.500 referencias. Ciertamente, y aunque pretende se una "tecnología democrática y universal", como señala Frederico Santos, director de Innovación y Transformación Digital de Sonae MC, aquellos más acostumbrados a ella serán quienes se sientan más cómodos. En todo caso, la idea es que las personas mayores que pudieran tener más problemas, puedan estar acompañadas por empleados que les ayudarán en lo que requieran.
LA DIFERENCIA CON AMAZON GO
Realmente parecería que estuviésemos hablando de Amazon Go. Pero no es así. Aunque ciertamente la inspiración llegó de este tipo de establecimientos abiertos por el gigante del ecommerce en Estados Unidos hace unos años, mientras que en estos últimos se escanean los artículos y al final se hace el pago con el móvil, en Portugal el nuevo Continente Labs se basa exclusivamente en un autoescaneado.
Por otra parte, la protección de los clientes es un aspecto esencial en estas nuevas tiendas dado que la tecnología Sensei no utiliza el reconocimiento facial; todas las imágenes se almacenan temporalmente y los rostros de las personas están borrosos. Sólo se tienen extractos de la interacción de los compradores.
"Para cada entrada de cliente, generamos un número aleatorio, que identifica a ese cliente ese día, en esa tienda. Si el mismo cliente viene mañana, tendrá otro número”, explica Frederico Santos. Las imágenes del cliente 514 se guardan durante 15 días por si hay alguna queja, "pero nosotros no sabemos qué hizo el cliente dentro de la tienda, solo que generó un carrito virtual que Sensei nos entregó con esos artículos", precisa.
