La distribuidora valenciana Juan Fornés Fornés, que opera la enseña Masymas, avanza en su proceso de expansión y afianza su posición en el sector con una facturación que alcanzó los 360,6 millones en 2022, el 11,5% más respecto al ejercicio precedente. José Juan Fornés, director general de la cadena, ha hablado sobre cómo la inflación está haciendo mella "como nunca antes" en estos negocios; el "papel determinante" que está adquiriendo la marca propia; y los incrementos de costes energéticos y logísticos.

También se ha referido a la 'guerra de precios' que existe de un tiempo a esta parte en el sector de la distribución: "Más que guerra de precios, todos nos miramos de reojo. Yo sacrifico márgenes a cambio de no perder clientes, que el cliente cuando entre en Masymas encuentre los precios que pueda encontrar en cualquier otro establecimiento", señala en declaraciones a elEconomista.es.

"Tenemos que meternos en su piel. No podemos perder un cliente por precio. Si hay que disminuirlo, primero sacrificamos el margen a cambio de no perder al cliente, que es lo más importante", subraya.

MÁS INVERSIONES EN NUEVOS SÚPER PARA 2024

El principal responsable de Masymas reconoce que, a pesar de la compleja situación económica, la compañía mantiene sus planes de crecimiento. "Tenemos que seguir reinvirtiendo para crecer y optimizar nuestros procesos y confiamos en nuestro modelo", apunta.

En este sentido, recuerda que la empresa ya ha invertido este año 12 millones de euros en aperturas en Peñíscola y Moraira, y avanza que, de cara al próximo ejercicio, "será similar, sobre todo, en nuevas tiendas y algo en logística".

En línea con esto, Fornés lamenta que los trámites burocráticos para gestionar las aperturas de tiendas sean "lentos y muy farragosos". "Va mucho por ayuntamientos, algunos van muy rápidos y otros tienen acumulación de trabajo", precisa.

Por ello reclama "el silencio administrativo positivo" para que, "con una declaración responsable" se puedan "agilizar las inversiones". "Si en vez de seis meses tardas dos años, es año y medio que se pierde hasta que se ejecuta la inversión y se crean los puestos de trabajo", aclara.