Después de casi un siglo de existencia, el supermercado de la Ciudad del Vaticano, el 'Annona', en el que actualmente trabajan una treintena de empleados, podría privatizarse, informa Il Messaggero. 

La Santa Sede se ha planteado esta posibilidad, pero al parecer ha puesto determinadas condiciones. La privatización sería efectiva antes de finales de año, aunque se desconoce por el momento qué cadena de distribución se hará cargo de la explotación del establecimiento. Y tampoco han trascendido las razones por las que el Governatorato vaticano ha querido desprenderse de este negocio emblemático, apunta el citado medio.

En todo caso, la Santa Sede ha puesto por delante el mantenimiento de los empleos. Además, condiciona la medida a que el supermercado siga siendo accesible únicamente para los empleados del Vaticano, algo que no parece convencer a los potenciales compradores. Y es que una de las peculiaridades del 'Annona' está en que en el Vaticano no hay IVA ni impuestos sobre el alcohol, el combustible o el tabaco.

Si finalmente la iniciativa se abre al 'mercado', podría suponer un incremento de clientes, pero también una distorsión con los supermercados romanos, donde los precios están obligados a incluir el 22% del Impuesto sobre el Valor Añadido.