Aceite virgen extra Claramunt es resultado de años de experiencia y de la gran pasión de una familia por el cultivo del olivar. Este aceite de autor cuenta, para su elaboración, con un exhaustivo cuidado del fruto y amplio conocimiento técnico.

Joaquín Claramunt, agrónomo de formación, abandonó su trabajo y regresó a Baeza, para llevar a cabo junto a tres generaciones de su familia, una aventura dedicada a su padre, Salvador Claramunt. Un trabajo diario en sus plantaciones ubicadas en la falda de Sierra Mágina (Jaén).

Impulsados por el buen hacer y la búsqueda de una mejora constante han conseguido, mediante la aplicación de técnicas compatibles con el medio ambiente, transformar, parte del olivar, en una plantación intensiva y producir cuatro variedades distintas de aceite: Arbequina, Picual, Koroneiki y Frantoio; procedentes estas dos últimas de Grecia e Italia, respectivamente. Todo un reto para el equipo de Claramunt, en una tierra con Picual como variedad tradicional.

El alto nivel de exigencia, hace que la producción sea muy limitada. Sólo utilizan el fruto derribado de la primera vibración, sin golpearlo, para que en la prensada solamente entre el que se encuentra en perfecto estado. Un control de la producción y un cuidado del producto exhaustivos durante toda el proceso.

Además, Claramunt extiende ese cuidado del producto al embotellado, con un envase muy especial. Botellas de líneas alargadas, sofisticadas y con ilustraciones contemporáneas únicas serigrafiadas sobre un fondo blanco. Un diseño en exclusiva para identificar cada una de las cualidades de los monovarietales. Obras inspiradas en los grandes artistas españoles del s.XX. La combinación perfecta entre producto y packaging.

Claramunt Extra Virgin ha comercializado sus distintas variedades de aceite en formato vidrio con una edición limitada de 500 ml y 250 ml, y nuevo formato en latas de 250 ml; así como en estuches decorativos y soportes especiales.