Checkpoint Systems ha presentado MicroFlex, una etiqueta antihurto cuya particularidad es que no está en contacto directo con los artículos, sino que se puede colocar mediante un lazo adhesivo en una amplia variedad de productos. Esta solución pone el foco en mercancía que tradicionalmente había sido difícil de proteger.

“MicroFlex ayuda a mejorar la experiencia del comprador al permitir una interacción total con los productos al tiempo que disuade a los hurtadores oportunistas”, asegura la compañía.

Como alternativa a las etiquetas duras, esta novedad añade a las etiquetas Micro EP un circuito visible y el logo negro de protección antihurto de Checkpoint. Su base de poliéster de 50 micras evita las roturas y desgarros y puede aplicarse fácilmente, tanto en la tienda como en origen, es decir, en los centros de producción. Además, la etiqueta únicamente puede desactivarse en la caja de cobro y el cliente puede retirarla en casa con la ayuda de unas tijeras.

La versatilidad de MicroFlex, que consiste en esta pequeña etiqueta sobre un soporte adhesivo, implica que pueda utilizarse en un amplio rango de artículos pequeños y metálicos como gafas, bolsos, joyería, accesorios, material de papelería y equipamiento deportivo.

“Hay un fino equilibrio entre proteger la mercancía y maximizar las ventas, y algunas soluciones de seguridad no facilitan que los consumidores interactúen con el producto. En cambio, MicroFlex ofrece un impacto mínimo en la experiencia de compra y la presentación del producto gracias a la etiqueta más pequeña y con mejor rendimiento del mercado. Además, el proceso de pago es más ágil, porque la etiqueta se puede desactivar rápidamente en el punto de venta y retirarse una vez en casa”, explica David Pérez del Pino, director general de Checkpoint Systems en España y Portugal.