Un ladrón con una pistola. Una dependienta defendiendo su negocio con una simple calculadora. Ganó ella. Ocurrió el pasado 9 de febrero en una pequeña tienda de alimentación de Chita, una localidad rusa al norte de Mongolia y China, y la peculiar escena, grabada por las cámaras de seguridad y difundida en YouTube, ha sorprendido a propios y extraños.

El hombre, con pasmosa tranquilidad y sin cubrir su rostro, entró en la tienda y a los pocos segundos mostró su pistola a la mujer con la intención de llevarse el dinero que en ese momento hubiera en la caja registradora. Ella, sin dudarlo, intentó quitarle el arma, además de darles varios golpes en la cara antes de alejarse.

Sin inmutarse, el atracador se mantuvo quieto durante unos segundos sosteniendo la pistola. Poco después se la volvió a guardar en su abrigo. Fue entonces cuando la mujer regresó a su puesto para usar una calculadora para defenderse y agredir al ladrón, que incrédulo, mantuvo la tranquilidad y volvió a poner el aparato en el mostrador tras haberse caído al suelo. Fue cuando la dependienta cogió de nuevo el dispositivo para darle en la cabeza un golpe más contundente, provocando que la calculadora volviera a caerse, esta vez en pedazos, al suelo.

El hombre, que según las autoridades estaba en estado ebrio, se mantuvo quieto durante varios minutos más enfrente del mostrador mientras otros clientes iban entrando en la tienda ajenos a lo ocurrido. La dependienta siguió trabajando con normalidad. Él, incluso, ayudó a recoger del suelo los trozos de la calculadora rota antes de ser detenido.