Seis de cada diez empresas dedicadas a la fabricación de helado no existía antes de la crisis de 2008. Cuatro de cada diez tiene menos de cinco años y dos de cada diez se ha creado al calor de la última anualidad. En este contexto de empresas de reciente creación, un 26% de las firmas que componen el sector se mantiene en un segmento de elevado riesgo de impago, según un estudio de Iberinform, filial de Crédito y Caución.

Y es que, a la juventud del sector se une su elevada atomización. Un 71% del sector está compuesto por microempresas y un 24% adicional por pequeñas empresas. Apenas un 3% ha alcanzado la dimensión de mediana empresa y un 2% el de gran empresa, lo que muestra la atomización de este sector.

Este análisis indica que el sector, que ha logrado mantener "cierta estabilidad en su facturación media", presenta también una composición geográfica muy particular. El 21% se concentra en Andalucía, seguido de la Comunidad Valenciana (18%), Cataluña (16%) y Baleares (8%).

En otras palabras: el helado se fabrica en comunidades con sol y playa, en línea con el peso que tiene todavía el consumo estacional del helado en España, que se da durante todo el año con independencia del clima en mercados más maduros del norte de Europa. El peor comportamiento del rating de riesgo entre las comunidades significativas se da en Andalucía y Baleares.

Los rankings de consumo mundial de litros de helado per cápita sitúan a España por detrás de Nueva Zelanda, Estados Unidos, Australia, Suiza, Suecia, Finlandia, Chile, Dinamarca o Italia. Como vemos, y paradójicamente, el mal dato frente a su entorno convierte a España en un mercado de alto potencial de crecimiento para el sector. De acuerdo con los datos de antigüedad y tamaño del tejido empresarial que ofrece Insight View, el sector refleja un elevado nivel de emprendimiento.