Están presentes en más de 10 millones de hogares en España y no faltan en las bandejas navideñas con las que recibimos a nuestros comensales. Hablamos del bombón, un pequeño alimento cuyo desarrollo exige más de un año de trabajo y una treintena de manos expertas.

Aunque la tecnología es esencial para su elaboración, son las manos de un artesano y los paladares más exigentes los que están tras el nacimiento de un nuevo bombón. Nestlé España ha lanzado un vídeo en el que explica cómo ha nacido el primer surtido de chocolate negro 70% de cacao del mercado, el Caja Roja Dark Sublime. Muestra el trabajo que hay detrás de un producto cuyas ventas se disparan en estas fechas -casi el 70% de los bombones se vende en Navidad-.

DE LA IDEA A LA CAJA... Y AL PALADAR

Nestlé explica en dos minutos el proceso que sigue la fabricación de un bombón desde que es una idea que acaba de nacer hasta que llega a nuestras mesas. En este caso, el departamento de Marketing, junto con el de Producción, idearon el nuevo producto y estudiaron su viabilidad para elaborarlo en la fábrica que la compañía tiene en La Penilla (Cantabria) donde, desde 1972, se prepara el surtido de bombones de la Caja Roja

Núria Badia, jefa de Marketing Chocolates en Nestlé España, explica que "el equipo detectó que no existía ningún surtido de chocolate sin leche en el mercado de bombones". "Como líder del mercado -añade- teníamos una oportunidad enorme para lanzar un surtido de bombones diferenciado de chocolate negro y ofrecérselo a ese consumidor que lo estaba pidiendo”. 

Con esta premisa, el equipo de producción se encargó de buscar la materia prima para crear el nuevo producto -en este caso un chocolate 70% de cacao-. En paralelo, se empezó a trabajar la imagen visual del producto para que, también con el packaging, respondiera a la filosofía del lanzamiento: un producto premium.

La calidad y el examen de los "jueces sensoriales"

El objetivo, explica Nestlé, era dar con el bombón perfecto, en calidad y sabor. Por eso, los tecnólogos de alimentos –que se encargan de innovar y crear los nuevos productos– crearon diferentes recetas para elaborar el bombón que les habían planteado. Luego, el confitero de la fábrica elaboró cada una de de ellas, de forma artesanal, para que Marketing y Producción seleccionara una como muestra definitiva.

Jaime López, encargado del obrador, explica que “normalmente se necesitan entre dos o tres rondas de pruebas hasta llegar al bombón aprobado”. A mayor complejidad del producto, destacan, más complejo es el proceso de aprobación de la muestra que tendrá que convencer a un equipo multidisciplinar de hasta 30 personas.

Una vez elegido el bombón de muestra y al igual que ocurre con cada nuevo producto, el prototipo tuvo que pasar el “examen final” del panel de expertos sensoriales de Nestlé España. Son 24 “jueces sensoriales” divididos en dos grupos –12 de ellos especializados en café y culinarios y la otra docena en chocolates, cacao soluble, lácteos y nutrición infantil– que valoran, en primicia, la intensidad de cada uno de los atributos del nuevo producto (sabor, aroma, apariencia, textura…). De su valoración final depende que el lanzamiento salga al mercado o bien que vuelva al obrador para ser reformulado. 

Una vez pasado este examen y aprobado el prototipo, el trabajo artesanal se combina con la tecnología para realizar, con la delicadeza que requiere, el proceso de llenado del bombón y su colocación en el surtido. Para ello, el centro de producción cuenta con 30 brazos inteligentes que se encargan de ubicar cada bombón en la bandeja, ejerciendo la mínima presión y evitando que el chocolate sufra, por ejemplo, cambios de temperatura.

Y del empaquetado final a los hogares. Sepan que cada bombón del que disfruten estas navidades ha pasado por un riguroso examen antes de llegar a su paladar.