Los jamones constituyen todo un símbolo entre los productos alimenticios de España. No en vano, somos los primeros exportadores a nivel internacional. A la gran mayoría de consumidores le encanta, independientemente de la edad o su provedencia. Por este motivo, la venta de jamones no ha hecho más que crecer en los últimos años.

Jamón Ibérico

De entre todos los tipos que existen, el que mejor nos define es el jamón ibérico. Como su propio nombre indica, su procedencia es la Península Ibérica, aunque no todos los jamones criados aquí pueden tener el beneficio de ser considerados como tal: requiere al menos el 50% de pureza. Su pata suele ser negra, de ahí que se le llame "Jamón de Pata Negra". Su consumo nos aporta una serie de ventajas, entre las que destaca su alto contenido en ácido oleico, que nos ayuda a prevenir y combatir las enfermedades cardiovasculares. 

Entre las características que lo definen encontramos su menor contenido en sal respecto a otro tipo de jamones. Se trata de un producto de gran calidad, capaz de hacer frente a los paladares más exigentes. Para lograr definir su calidad tenemos que hablar de la pureza de la raza de este animal, cómo se ha criado y el tipo de alimentación que ha llevado. Por eso ningún jamón ibérico es igual que otro.

Dependiendo de su curación, lo encontramos de tres tipos: 

• De Bodega: Entre 10 y 12 meses. 
• Reserva: Entre 12 y 15 meses.
• Gran Reserva: Más de 15 meses.  

Jamón Serrano

Esta variante de jamón se produce con el objetivo de ser un producto tradicional. Por este motivo está protegido por la Unión Europea desde el año 1999 como E.T.G. (Especialidad Tradicional Garantizada). El cerdo del que se obtiene este tipo de jamón es considerado de raza blanca debido a que tiene una piel más clara que los demás. Su dieta está compuesta únicamente por pienso.

Aunque su calidad es inferior respecto al ibérico, cuando lo introducimos en nuestra boca podemos notar una explosión de sabores acompañados por una textura homogénea. En cuanto a su curación y dependiendo de los meses, es igual que el jamón ibérico (bodega, reserva y gran reserva). Al contrario de lo que mucha gente cree, este producto no necesariamente es de origen español.

Jamón Duroc

Aunque este jamón no lleva tanto tiempo con nosotros como los anteriores (se introdujo en nuestro país en los años sesenta), es muy valorado y su calidad se asemeja a la del ibérico. Como característica nos encontramos que, según la Norma de Calidad del Ibérico, es el único con el que se permite realizar un cruce, siempre y cuando éste se realice por medio de vía paterna. Esto es así debido a que se ha demostrado que los lechones son más fuertes y logran un mejor crecimiento.