El interproveedor de Mercadona de chicles y golosinas, Chic-kles Gum, tuvo un subidón de ventas el año pasado al facturar en 2017 algo más de 33 millones de euros, que supone una subida del 31% respecto a los 25,5 millones de 2016. Las ventas en volumen se sitúan en 58 millones de unidades (+14%).

El beneficio se mantiene en un millón de euros. El fabricante señala que no ha aumentado debido a los costes que han supuestos los nuevos lanzamientos.

La inversión en 2017 se situó en 14 millones de euros, nada que ver con el millón y medio de euros invertidos en 2016. Ese esfuerzo se ha destinado en su mayor parte a la ampliación de las instalaciones e infraestructuras. También se han introducido mejoras en las líneas existentes, incorporando nuevas tecnologías y sistemas de mejora de la calidad y la productividad.

Chic-kles Gum también ha destinado "importantes recursos para seguir consolidando su eficiencia, reforzar la calidad de sus productos e impulsar su innovación, con el lanzamiento de nuevas soluciones como las grageas en bote o los chicles en formato lámina, que han obtenido una respuesta muy favorable por parte de los consumidores".

Fundada en marzo de 2009, Chic-kles Gum cuenta con una planta de 15.400 m2 en Riba-Roja del Turia.