Comer aceitunas no parece una acción de riesgo, pero para un consumidor navarro la cuestión se complicó bastante. El caso es que la Asociación de Consumidores Irache de Navarra ha explicado algunas de las situaciones más curiosas que han podido resolver el pasado año, como el de una persona que perdió un diente (y 1.500 euros) por comer una aceituna, supuestamente sin hueso.

La historia, de la que se han hecho eco varios medios navarros, narra la peripecia de un consumidor que adquirió en el supermercado un bote de aceitunas sin hueso. Sin embargo, cuando la abrió en casa y mordió la primera oliva, el hueso que tenía le rompió un diente.

El afectado acudió al dentista y posteriormente a Irache, desde donde un técnico se dirigió al establecimiento (no se ha informado de a qué empresa pertenece) para darle a conocer los hechos ocurridos, aportando la factura de compra y el informe dental.

Al no poder recuperar la pieza, la clínica odontológica procedió a ponerle un implante dental. Acabada la intervención, desde la citada asociación se reclamó al centro el pago del tratamiento, aportando todas las facturas y presupuestos. La aseguradora del establecimiento comercial pagó al afectado por todo ello más de 1.500 euros.