Fue un 15 de junio de 1963 en Sainte-Geneviève-des-Bois, Essonne (Francia). Carrefour inauguraba su primer hipermercado y una muchedumbre atónita recorría por primera vez las estanterías kilométricas de sus pasillos, repletas de productos frescos, textiles y electrodomésticos.

Las personas mayores visitaban el lugar con curiosidad y reservas, para regresar después a sus comercios de proximidad de toda la vida. Por el contrario, la generación más joven hizo de él un espacio habitual en el que realizar sus compras, y desde entonces no ha dejado de acompañarles.

A lo largo de la década de los 60, el formato de los hipermercados se expandió enormemente en Francia hasta convertirse en un espacio esencial en la vida cotidiana de los franceses. Después de Carrefour llegaron Auchan, Cora, Leclerc y Casino, entre otros. También las desaparecidas Mammouth, Continent, Rallye y Euromarché.

Este formato pondría pie en España algo más tarde, concretamente en 1973, con la inauguración del hipermercado de El Prat de Llobregat (Barcelona), también de Carrefour.

En Francia se considera hipermercado a los establecimientos minoristas de alimentación que superan los 2.500 metros cuadrados. Los más grandes pueden llegar a superar los 20.000 metros cuadrados.

Según LSA, existen 2.255 establecimientos de este tipo en el territorio francés. Casi 2 de cada 5 euros gastados en grandes superficies se destinan a hipermercados.