El tribunal de Casación francés ha fallado a favor de E. Leclerc a propósito de la 'tasa Lidl', una cláusula que el distribuidor francés aplicó a 22 de sus proveedores en 2018 según la cual estos debían ofrecer un descuento adicional del 10% si vendían también en el discounter alemán.

La central de compras de E. Leclerc, Galec, se arriesgaba a una multa superior a los 100 millones, además de a la restitución de este 10% a los fabricantes afectados.

"Esta sentencia del tribunal de Casación confirma la capacidad de los distribuidores para negociar precios, no sólo servicios", ha celebrado el presidente de la cadena, Michel-Edouard Leclerc, que ha tildado el fallo de "gran victoria" en declaraciones al medio especializado LSA. 

Nicolas Facon, presidente de Ilec, la asociación que agrupa a los grandes fabricantes franceses —equivalente a Promarca en España—, no comparte la misma opinión. 

Facon ha restado importancia a la sentencia, que considera una "aplicación estricta de la ley", dado que los hechos sucedieron en 2018, antes de la reforma legislativa de 2019, que prohibe de una manera más amplia negociar "ventajas sin contraprestación" o "manifiestamente desproporcionadas".

La tasa Lidl, de acuerdo a los análisis de la Dirección General de Competencia, Consumo y Control del Fraude (DGCCRF), organismo dependiente del Ministerio de Economía francés, es "una sanción impuesta a los proveedores para disuadirles de comercializar sus productos en una enseña competidora".

Facon considera que la sentencia exime de sanciones a E. Leclerc por las acciones llevadas a cabo en 2018, pero no constituye un respaldo jurídico a este tipo de prácticas de 2019 en adelante.

La disputa judicial fue iniciada por el Ministerio de Economía a instancias de los fabricantes.