Vivir en lugares del planeta especialmente complicados por sus situación, condiciones climatológicas o características propias del territorio no siempre resulta fácil desde el punto de vista del abastecimiento. Groenlandia es uno de estos lugares, una enorme isla perteneciente a Dinamarca, situada en su mayor parte sobre el Círculo Polar Ártico, que cuenta con una pequeña población que durante miles de años vivía del consumo de foca, ballena, pescado o bayas.

Con el tiempo las cosas han cambiado y la vida se ha modernizado. Los supermercados que pueden encontrarse aquí merecen especial atención. No se parecen en nada a los que estamos acostumbrados, ya que en ellos los consumidores pueden abastecerse de casi todo y no solo de los habituales productos de alimentación y droguería. Nos hacemos eco de misviajesporahi.es en donde Inés nos cuenta las peculiaridades de estos establecimientos que, desde luego, nos sorprenden por lo variopinto de su surtido.

La primer curiosidad es que aquí se venden armas. La autora de este blog recuerda cómo en Narsaq acompañó a una amigo local a comprar una escopeta y municiones para cazar liebres a uno de estos supermercados. "Su cesta de la compra fue bastante curiosa porque estaba esto, unas zapatillas y un balón de fútbol como regalo de un niño en la fiesta de Kaffemik", relata.

KITS DE SUPERVIVENCIA, TABACO Y VINO ESPAÑOL

Estas tiendas ofrecen también kits de supervivencia, anclas de barco o trajes de pescador, sin duda artículos de gran utilidad en este territorio que dificilmente podrían hallarse por Internet.

Junto a los caramelos para la garganta se encuentran las cajetillas de tabaco (al precio de 10 euros). Y el alcohol está separado en otro compartimento para que no se vea a simple vista. Puede apartarse con una lona negra o estar en otra habitación: "cuando accedes a ella no estás segura de si estás en un almacén o si te has confundido de lugar: no suele haber decoración y a veces está todo desordenado y hasta sin precios", cuenta Inés. A partir de las seis de la tarde está prohibido comprar alcohol y los domingos no lo venden. Sí lo hacen los bares.

Aunque pudiera parecer increíble, la viajera ha descubierto también que el vino español se vende en Groenlandia. Es fácil identificarlo porque a su lado se recuerda este origen con una banderita de España sujeta al lineal.

Las cervezas también requieren una mención, especialmente por sus etiquetas, en las que aparecen focas, icebergs, bueyes almizcleros y hasta el mismo Erik el Rojo. Y todas llevan la misma indicación: '¡Si bebes, no manejes la moto de nieve!'

Ropa de invierno, como jerseys bien gordos con la bandera de Groenlandia, abrigos o calzado básico, son otros artículos que venden estos originales supermercados y es que las tiendas de ropa casi brillan por su ausencia en esta región.

Decoración, trajes tradicionales y otros souvenirs forman parte igualmente del inventario de estos establecimientos que cuentan, además, con el atractivo de localizarse en l puerto o junto a las rocas que hagan de puerto para poder desembarcar los productos con menor esfuerzo, es decir, siempre con vistas al mar.