El consumo de vino en España ha crecido el 0,6% interanual a noviembre de 2023, hasta alcanzar los 9,70 millones de hectolitros, según el último informe económico de mercado que la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE). Mientras en el canal hostelería experimentó un leve incremento del 0,7% entre octubre de 2022 y noviembre de 2023, en el sector de la distribución descendió el 2,4%.

En términos globales, el estudio, elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), destaca que el consumo de vino en España se ha elevado por primera vez para un periodo interanual desde septiembre de 2022, gracias a un muy buen noviembre (+21,9%), mes de mayor consumo en España hasta esa fecha el pasado ejercicio, con 0,97 millones de hectolitros.

La OIVE ha valorado que se trata de un "un cambio de tendencia importante", dada la "complicada coyuntura actual", en la que factores como la inflación, la subida de costes, las tensiones geopolíticas y los aranceles al comercio de vino habían empujado al consumo a una caída del 6,5 % en el interanual a julio de 2023.

CONSUMO EN HOSTELERÍA

El documento de la OIVE recoge un estudio de la consultora Nielsen IQ según el cual en la hostelería, el consumo de vino ha experimentado, como decíamos, un leve incremento del 0,7% entre octubre de 2022 y noviembre de 2023, hasta los 2,13 millones de hectolitros, una cifra que, no obstante, la Interprofesional considera "infraestimada".

Este aumento se sitúa lejos las tasas de crecimiento registradas a finales 2021 y durante 2022, cuando el consumo llegó a elevarse por encima del 40% tras la fuerte caída sufrida durante la pandemia.

El valor del consumo de vino en hostelería ha subido el 7,6%, hasta los 1.356,6 millones de euros, y el precio medio por litro lo ha hecho el 6,8%, hasta los 6,36 euros, el más alto registrado hasta la fecha, sin descontar los efectos de la inflación.

EN EL CANAL DISTRIBUCIÓN

En lo que respecta a las ventas en tiendas y supermercados, el principal canal para este producto en España, el consumo ha alcanzado los 4,06 millones de hectolitros entre octubre de 2022 y noviembre de 2023, lo que supone una caída del 2,4%, el menor descenso porcentual de los últimos dos años.

La OIVE ha destacado que estos algo más de 4 millones de hectolitros significan una cantidad muy similar a la registrada antes de la crisis de la Covid, en la que se produjo una fuerte pérdida en hostelería y un enorme impulso de las ventas de vino en el canal de Alimentación.

La facturación generada en este canal ha repuntado el 2,6% -el mayor alza en los últimos dos años-, hasta los 1.724,6 millones de euros, mejor dato desde enero de 2021.

El precio medio por litro ha aumentado un 5,1 %, hasta los 4,25 euros, el más elevado de la serie histórica, sin descontar los efectos de la inflación.

DENOMINACIONES DE ORIGEN

En el conjunto de ambos canales, el vino tranquilo con Denominación de Origen Protegida (DOP) ha sido el más adquirido de forma destacada con el 57% del volumen y el 73% del valor total entre octubre de 2022 y noviembre de 2023, según Nielsen IQ.

Estas cuotas son ligeramente inferiores a las observadas en los periodos interanuales anteriores, aunque su evolución en los últimos años ha sido mucho más positiva que la media, ha apuntado la OIVE.

El vino con DOP tiene más relevancia en hostelería que en alimentación, liderando las ventas en ambos casos, de acuerdo a la Interprofesional.