Asda, filial de Walmart, ha firmado un acuerdo con la Fundación Británica del Corazón (BHF) para introducir desfibriladores en sus 609 tiendas, almacenes y oficinas.

La iniciativa, en la que invertirá 500.000 libras (unos 600.000 euros) tiene como objetivo atender lo antes posible a aquellas personas que puedan sufrir un paro cardíaco mientras llega la ambulancia. Esto es, salvar vidas.

De momento, ya se ha implantado en Londres y se completará al resto de supermercados de la cadena a finales de 2014. La BHF colaborará en un programa con el servicio local de ambulancias para entrenar a 12.000 empleados que desean familiarizarse con el uso de estos desfibriladores.

Simon Gillespie, director ejecutivo de BHF, ha elogiado el “atrevido compromiso” de Asda que le convierte en el primer minorista en contar con acceso público a los desfibriladores y en tener personal entrenado para ello. “Realmente esto marca la diferencia entre la vida y la muerte para alguien que sufre un paro cardíaco mientras hace algo tan cotidiano como ir de compras”, ha afirmado.