Cruz de Alba presenta una nueva imagen para la botella de su vino de Ribera de Duero con la que pretende adecuarla a la singularidad de este caldo, que la marca identifica con el "respeto por la naturaleza y por los fundamentos ecológicos".

La etiqueta aparece ahora con el color natural de un papel de textura algodonosa. La cruz, hecha con hojas de vid en otoño, es el elemento central de la parte frontal y rinde tributo a la hoja, uno de los cuatro elementos de la viticultura biodinámica, en la que la bodega se apoya para interpretar el viñedo. Asimismo, el perfil de la etiqueta no es de línea recta sino que tiene un toque artesanal.

Cruz de Alba en Ribera de Duero está elaborado con uva Tempranillo, cosechada en Pago de los Hoyales, junto a Peñafiel. Las pocas botellas que salen cada año de este viñedo son numeradas.

La compañía cuenta con 40 hectáreas de viñas, cuya plantación comenzó en 1963, en espaldera y a una altura de 700 metros de altitud. Dispone de una considerable proporción de viña vieja, lo que ayuda a obtener vinos con un marcado carácter.