Las exportaciones mundiales de vino cayeron en volumen el 1,6%, hasta los 10.202,6 millones de litros, pero aumentaron en valor el 5,5%, hasta los 28.724,2 millones de euros, según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) en el interanual a junio de 2016.

Este organismo explica estas cifras por la “mala marcha de graneles y envasados”, en términos de volumen. Sin embargo, en términos de valor, sólo pierden los graneles.

Asimismo, hace hincapié en la “excelente evolución de los espumosos”, que crecen un 7,4% en litros y un 9,5% en euros. Francia, Italia y Chile marcan el crecimiento de la facturación mundial, a los que hay que añadir el desarrollo positivo de Estados Unidos, España, Australia y Nueva Zelanda.

En términos de volumen, España lidera la caída, dejando de exportar 109,8 millones de litros, prácticamente la misma cantidad que aumenta Chile (+108,8 millones de litros). Entre los principales exportadores, sólo Chile y Nueva Zelanda aumentan sus ventas en volumen, de ahí la caída global.

Por otra parte, con datos correspondientes al primer semestre de 2016, Italia aumentó sus exportaciones de vino un 0,8% en volumen y un 2,9% en valor. El vino espumoso creció más del 20%, gracias sobre todo a los buenos datos obtenidos en Estados Unidos y Reino Unido. El vino envasado lideró las exportaciones, aunque fue el único que cayó respecto al primer semestre de 2015.

El espumoso también fue el protagonista positivo de las exportaciones en Alemania, al subir cerca del 35% en volumen y del 20% en valor. Sudáfrica facturó casi un 20% más pese a exportar algo menos de vino, al subir el precio medio en todas las categorías.