Ha pasado ya casi un mes desde que inició la invasión de Rusia a Ucrania, un hecho sin precedentes en las últimas décadas que, además de la pérdida de miles de vidas inocentes, está teniendo un efecto importante en la economía mundial.
Aunque precios como el de la energía y el transporte estarían incrementando significativamente de la mano del conflicto bélico, lo cierto es que el sector más afectado sería el de la alimentación, donde vemos aumentos de precio mucho más abruptos que los experimentados en los últimos años de inflación.
Aceite y maíz, los más afectados
Si bien el listado de productos que subirán de precio en las próximas semanas es sumamente largo, lo cierto es que los más afectados parecen ser el aceite de girasol y el maíz. Esto se debe al rol de Ucrania como uno de los principales proveedores de alimentos y materias primas para nuestra economía.
En el caso del aceite de girasol, según estimaciones de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), cerca del 60% del producto importado proviene de Ucrania. Una situación similar existiría con el maíz, donde casi el 30% proviene del país que estaría siendo asediado por Rusia desde hace semanas.
Por su parte, datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación muestran que, del total de productos que importa España desde Ucrania, el 44,9% estaría representado por la compra de maíz y 21,3% sería aceite de girasol, porcentajes que se traducen en importaciones por las sumas de 459,24 millones y 146,3 millones de euros respectivamente.
Otros productos que aumentan
En cuanto al resto de los productos que verán un incremento en los precios durante las próximas semanas, gracias al Índice de precios de consumo (IPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente a febrero, tenemos una imagen más o menos clara.
En comparación con el mismo mes del 2021, los 5 productos que más se han encarecido son el aceite de oliva (30,6%), las pastas alimenticias (19,9%), derivados de cereales (11,7%), alimentos para bebé (10,5%) y productos a base de fruta (9,5%). La lista es seguida por alimentos como el arroz, la leche, las confituras, el café, las legumbres e incluso el agua mineral.
Si bien varios de los artículos listados habrían mostrado un aumento de precio de forma estable desde mediados del año pasado, lo cierto es que, desde el inicio de las tensiones generadas por Rusia, los incrementos habrían sido de casi 4% en promedio.
Alternativas de ahorro
Al tiempo que las fábricas estarían buscando proveedores alternativos para asegurar su operatividad, la población se encontraría estudiando alternativas para poder conseguir comida barata. Esto no solo incluye la compra de productos sustitutos que brinden una nutrición similar, sino también la preparación de recetas alternativas con las que no sea esencial contar con algunos de estos productos.
Esto porque, aunque algunas empresas podrían recibir productos desde distintos países, otras aseguran que se enfrentan a una situación realmente preocupante. Reportes recientes aseguran que asociaciones como Anfaco-Copesca y Produlce no observan un panorama positivo a corto plazo, siendo posible un desabastecimiento generalizado.
Mientras que algunos comentan que los proveedores alternativos no serían capaces de vender la materia prima necesaria para suplir los productos importados desde Ucrania, otros afirman que hay productos que (de lleno) serían imposibles de conseguir, algo que se verá reflejado indudablemente en el precio del producto final.
El conflicto entre Rusia y Ucrania se estaría extendiendo, y los efectos en la economía global se recrudecen cada día que pasa. La alimentación, en conjunto con muchos otros sectores, estará obligada a reestructurarse para poder satisfacer las necesidades de la población.
