Varias organizaciones ecologistas, con manifestantes llegados desde puntos de Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha, han protagonizado este sábado una protesta contra en Noviercas (Soria) contra un proyecto de explotación vacuna de más de 20.000 cabezas en este municipio, según adelanta EFE.
La asociación Hacendera, Greenpeace y Ecologistas en Acción han expuesto los problemas que generaría en la comarca soriana del Moncayo el posible asentamiento de la mayor granja de vacuno de Europa, que a su juicio pondría en riesgo el entorno natural de la zona y haría peligrar el acuífero de Araviana.
Los manifestantes han exigido la paralización del proyecto y una moratoria para la práctica de ganadería industrial, es decir la prohibición de construir más explotaciones a gran escala o de ampliar las ya existentes.
El proyecto fue presentado a los vecinos de Noviercas en febrero de 2016 como una iniciativa para luchar contra la despoblación y evitar que el pueblo siguiera perdiendo habitantes.
VAQUERÍA
Pedro Acosta, premio Nacional de Medio Ambiente 1998, ha moderado una charla con expertos que han expuesto los argumentos que consideran inviable este proyecto desde el punto de vista medioambiental y económico.
La bióloga y miembro de la asociación Hacendera, Begoña Izquierdo, ha asegurado que el real decreto del Gobierno que limita a 850 reses adultas las explotaciones bovinas todavía no ha sido publicado, aunque ha reconocido que, tal y como está redactado en la actualidad, "pararía el proyecto".
En cuanto a la ubicación del enclave elegido para la vaquería, Izquierdo ha advertido de que es una zona kárstica, con una importante carga ya de nitratos, por lo que, de realizarse el proyecto, "sería la puntilla" para el entorno.
"España está denunciada ya en Europa por no cumplir la directiva de nitratos y el acufiero del Araviana sería inutilizable durante mucho tiempo. La empresa dice que habrá una depuradora y que convertirá el digestato en agua de riego o para verter a cauce, pero es imposible. Tenemos las pruebas fehacientes de que no hay tecnología que pueda con esa carga de purines", ha recalcado.
Por su parte, la doctora en Geología e hidrogeóloga María Casado ha advertido del peligro de implantar la vaquería en la zona de carga del acuífero, lo que afectará no sólo a los pueblos de la zona, sino a los que se encuentran en zona de descarga como los de la cuenca del río Aranda, en la Confederación Hidrográfica del Ebro.
COSTE-BENEFICIO
Casado ha alertado de la producción de 600.000 metros cúbicos de digestato al año, el equivalente a más de doscientas piscinas olímpicas, y explicado que las empresas que promueven este tipo de proyectos "no tienen en cuenta el medio ambiente y los costes".
"Si las empresas hicieran balances coste-beneficio, y computaran el medioambiental, estos proyectos no serían viables. El coste de contaminar un acuífero es infinito", ha recalcado.
El representante de Greenpeace, Luis Ferrerím, ha calificado al proyecto de "faraónico" en un pueblo que no alcanza los doscientos habitantes y que supondría la emisión anual de gases de efecto invernadero equivalente a 122.000 coches circulando por las carreteras, y que los excrementos serían similares a los excretados por cuatro millones de personas, la población de Madrid. Para el representante de Greenpeace, la solución última es empezar a reducir la cabaña ganadera y apostar por la agroecología.
Por último, el representante de SEO Soria, Juan Luis Hernández, ha advertido que el posible asentamiento de la vaquería supondría perder una zona esteparia bien conservada, en la que descansan cuarenta ejemplares de avutarda en verano.
